Gerardo Páez Díaz en una fotografía del 2009 en la sede de Hablemos Press.Foto: Roberto Guerra.
Por Magaly Norvis Otero Suárez/Reportera del Centro de Información Hablemos Press.
La Habana, 18 de febrero. — Gerardo Páez Díaz de la agencia de periodista Libres de Cuba, fue arrestado cuando tomaba imágenes de un operativo policial en los predios del Lido en esta capital.
Gerardo Páez, viajó el miércoles del municipio Artemisa, para asistir al Centro Informativo de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba, lugar que brinda servicio de internet gratis para todo el que lo desee, cuando presenció que agentes de la policía vestidos de paisanos arrestaban a un grupo de vendedores en el Lido.
“Quise cubrir un hecho que estaba ocurriendo pero cuando comienzo a gravar con la cámara uno de ellos me la quitó y también el teléfono móvil. No se identificaban, tampoco podía creer lo que estaba viendo por eso me interesé en grabar”, señala Páez Díaz.
El periodista afirmó el jueves desde su casa en Artemisa que lo arrestaron y lo llevaron para la estación del municipio Playa. “Allí estuve desde las 10 de la mañana hasta las 4 de la tarde encerrado en un cuarto de interrogatorio. Seis horas prácticamente incomunicado pues no me permitieron llamar a mi familia”.
“Ellos querían que yo le dijera cuales eran las intenciones que tenía con las fotos que había tomado. Le expliqué que era periodista independiente y miembro de un partido opositor. Me informaron que iba a tener que esperar a que llegaran oficiales de la contrainteligencia”, explicó.
“La seguridad se presentó a las 3 horas y media. En el interrogatorio muy interesados en saber por orden de quien había realizado esas fotos. Le dije que era un acto por libre y espontánea voluntad”, añadió.
Gerardo Páez dijo que cuando llegó el oficial de la contrainteligencia al cuarto de interrogatorio donde se encontraba, “le especifiqué que era un periodista independiente que trasmitía para emisoras fuera de Cuba”.
Los oficiales “tiraron la cámara contra el buró como para tratar de romperla, borraron la grabación y a las 4 de la tarde me entregaron todo”.
Les expliqué que “lo que pensé fue que le estaban arrebatando el bolso a un anciano. Se encontraban vestido de civil con argollas en las orejas. No pensé que eran policía porque parecían delincuentes…”.
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