Por Carlos Ríos Otero.
CR. ¿La Campaña por el Vota NO que ustedes llevan a cabo es similar al No que convocó la oposición venezolana en diciembre de 2007, y que rechazó la reforma constitucional propuesta por el chavismo?
RA. Los 4 millones de venezolanos que rechazaron en el 2007 el socialismo irrevocable propuesto por Chávez es uno de los ejemplos que más nos estimulan para seguir convocando al pueblo cubano para que vote NO en las próximas elecciones de junio de 2010. De igual modo el reto de desafiar a Chávez en las elecciones parlamentarias del próximo año lo tiene muy preocupado, pues si la Asamblea Nacional es ganada por la oposición, el populismo chavista puede ser derrotado de manera legal. Estrategia que coincide mucho con lo que proponemos nosotros desde hace varios años para dar solución a la crisis que vive la nación cubana.
CR. Para la ratificación de diputados a la Séptima Legislatura en enero de 2008, ustedes convocaron al NO. ¿Para qué volver a llamar al NO si el parlamento sigue siendo totalmente dominado por los comunistas?
RA. El No que proponemos no es sólo el acto de votar. Es un concepto que avala una estrategia política, una propuesta ideológica y también un acto patriótico, pues junto al llamado a votar NO durante el día de las llamadas elecciones democráticas cubanas, planteamos y desarrollamos estrategias que van desde la toma de conciencia ciudadana hasta actos de desobediencia civil, articulado todo por el Centro Nacional Promotor de la Campaña por el NO. El NO es un concepto de quienes lo apoyan forman parte de la Nación Opositora.
CR. ¿Cómo se puede interpretar esta afirmación en medio del clima de control y vigilancia que ejerce la policía política sobre la población?
RA. Es cierto que los cubanos vivimos bajo el terror ejercido por las autoridades, por eso utilizamos los pocos resquicios legales a nuestro alcance para revertir esta situación.
CR. ¿Cómo se explica esto?
RA. A pesar del desconocimiento general sobre el sistema legal cubano, provocado en gran medida por el régimen en el poder, que le interesa mantener al pueblo en un clima de indefensión total, un grupo de abogados que colabora con la sociedad civil alternativa, nos propuso ya en el año 2000 cuando realizamos el Congreso de la Nación Cubana, que era posible usar la Ley 72 o Ley Electoral para desenmascarar la supuesta unanimidad revolucionaria.
Es por eso, que desde el 2004, comenzamos la Campaña por el Vota NO, que culminó en su primera fase el 25 de enero de 2008, cuando la Ministra de Justicia y Presidenta de la Comisión Electoral Nacional reconoció públicamente que alrededor de un millón y medio votaron contra el gobierno.
CR. ¿Exactamente cuántos votaron contra el régimen comunista?
RA. Los datos oficiales: en blanco, 306 791; no asistieron a las urnas 264 552 personas y anularon su boleta, 852 216 ciudadanos. Estas cifras hacen un total de 1 423 559 votos en contra del régimen que desgobierna Cuba desde hace medio siglo.
CR. ¿Creían ustedes posible ese resultado?
RA. A pesar del escepticismo de muchos, las acertadas estrategias desarrolladas por los promotores, así como las encuestas y sondeos de opinión que llevábamos a cabo nos indicaban que alrededor de dos millones de personas estaban dispuestos a desafiar al gobierno. Los voluntarios monitorearon y denunciaron la manipulación de las cifras en la isla, estamos seguros que los datos reales superaron nuestros estimados
CR. ¿Después de las elecciones de enero de 2008, que pasos dieron los promotores de la Campaña?
RA. Entramos en un proceso de reclamación legal ante la Fiscalía General y el Tribunal Supremo. Aunque aceptaron las demandas, la respuesta han sido evasivas legales. No reconocen que la Séptima Legislatura asumió el poder a partir de datos manipulados.
Este proceso concluyo en el 2009 cuando publicamos La Hora de la Verdad, una declaración que establece las estrategias de la nueva fase de la Campaña. A grandes rasgos: una reclamación al parlamento para que se permita el debate político sin restricciones y que la crítica no sea un delito. La convocatoria para que en junio de 2010 se presenten candidatos alternativos a los del gobierno durante el proceso de elección de delegados o concejales. Por último, un nuevo llamado a un voto de castigo en el 2012 cuando deben ser ratificados los integrantes de la nueva legislatura, si fuera necesario.
CR. ¿Cómo han respondido las fuerzas pro democráticas cubanas?
RA. Decenas de organizaciones respaldan nuestra propuesta, no sólo dentro de Cuba sino desde varios lugares donde se encuentran comunidades de exiliados. En provincias como Pinar del Río, Holguín, Santiago de Cuba y la capital funcionan varios Centros Ciudadanos que en estos momentos recogen firmas para cumplimentar la primera fase de la Campaña. Esperamos cubrir las provincias restantes en enero de 2010.
Nos apoyan también religiosos y organizaciones fraternales. Varios de ellos se han comprometido a participar plenamente en las diferentes etapas de la Campaña, lo que es para nosotros un gran respaldo moral.
Es conocido de otras organizaciones que imitando nuestra visión han comenzado el proceso de búsqueda de candidatos para elegir delegados alternativos. Esto nos llena de satisfacción pues muestra lo acertado de lo que hemos promovido durante años. Lamentamos que unos pocos no deseen trabajar de manera conjunta y esto nos haga desgastar fuerzas en los mismos lugares, pero esperamos que se unan a los muchos que trabajamos de manera conjunta.
En la unidad estratégica podremos alcanzar éxito, de otra manera sólo beneficiamos a nuestros adversarios políticos. Además, ninguna organización por si sola en el actual escenario político puede maniobrar con credibilidad ante la población.
CR. ¿Qué esperan en junio de 2010?
RA. Elegir no menos de 300 delegados de circunscripción. Esta es la cifra actual de candidatos que tenemos, por lo que esperamos llegar al doble antes de junio de 2010. A estos habrá de sumar los que logren las pocas organizaciones que hasta el momento, aunque promueven lo mismo, no han aceptado obrar de manera conjunta.
También, invadir las llamadas Asambleas de Rendición de Cuentas (gobierno en la base) y utilizarlas como plataformas públicas donde denunciar la responsabilidad del gobierno central con la actual crisis de la nación. Esto sin abandonar, el llamado a plasmar el NO en las boletas, es necesario seguir mandando el mensaje al régimen que el pueblo está desencantado con la dictadura del proletariado y anhela un cambio que mejore su futuro.
CR. ¿No temen que esta propuesta sea interpretada como un rejuego político que beneficia al gobierno en el poder?
RA. El NO es desobediencia civil. Es una convocatoria para que el ciudadano, a pesar del lógico miedo de vivir en un régimen totalitario, exprese su rechazo a las autoridades utilizando resquicios legales. El NO, a diferencia de otras propuestas políticas, no está enmarcado en el futuro, nos permite ahora vincularnos de manera directa al pueblo.
El NO, de ganar, va a permitir desmoralizar moralmente al régimen. Alemania del Este en 1989, Chile en 1988, Eslovaquia en 1998 y más reciente en Venezuela en el 2007. Aunque eran distintos escenarios y circunstancias históricas el NO funciona como mecanismo de unidad y cambio.
CR. Entonces, el No es similar al cambio?
RA. No, ahora mismo el régimen habla de cambio, pero un cambio dentro del modelo político imperante. Con esto el régimen busca apropiarse de los deseos de cambios que tiene el pueblo en una burda manipulación de la octogenaria élite gobernante. El NO es ahora, es decirle al régimen Basta Ya, no vamos a permitir que nos roben el futuro.
CR. ¿Qué debe hacer el ciudadano en junio de 2010?
RA. Poner NO en la boleta electoral. No dejarla en blanco ni escribir frases o consignas. Dos letras solamente, cinco segundos del tiempo de cada persona. NO es decir, soy parte de la Nación Opositora, de los que luchan por un nuevo futuro con libertad y sin miedo.
CR. Gracias.
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