Sucesos narrados por el comunicador comunitario Alberto Reyes Morales
“Alberto, lo que se está viendo en estos tiempos es una verdadera pesadilla. El exceso de alcoholismo ha tomado matices sin precedentes. Es poco usual ver a un hombre que no ingiera bebidas, hasta mujeres y niños de once a quince años están tomando”
“Nací en San Juan de los Yeras, municipio de Ranchuelo, Villa Clara, vivo actualmente en calle D no.51, La Gomera, Santa clara, me llamo Inocencio Martínez Ríos, tengo 72 años de edad”.
“Los tiempos han cambiado terriblemente para mal, los valores humanos de la gente de mi época, ya es un recuerdo del pasado, se divisa borrosamente en la mente de los que peinamos canas”
“Recuerdo mi infancia en San Juan de los Yeras, éramos felices, rodeados de gente buena y campechana, Recuerdo la Noche Buena, los fines de años, prácticamente era la única época en que se bebía, sin excesos por supuesto”.
Las fiestas eran familiares, el lechón asado, la invitación sincera a comer y beber de los amigos del barrio. Todo se desenvolvía en un ambiente sano y familiar, no había peleas entre amigos, todo era alegría y felicidad”.
“La pobreza en que vivíamos no quitaba la sonrisa de nuestros labios. En mis primero años de vida, allá en mi pequeño barrio, puedo asegurarte que habían dos alcohólicos, ¡pobres hombres!, sin amigos, sin familia, sin decoro. Hoy, que horror, en este mismo lugar en que pasara tan feliz infancia y juventud y que frecuento visitando amistades y familia, he podido observar con espanto que quizás solo hay dos hombres que no toman”.
Niños que toman, quizás influenciados por el comportamiento de sus progenitores. Mujeres irresponsables que comparten borracheras con el compromiso de turno. Hombres que lo pierden todo por el indeseable flagelo del alcoholismo. ¿Hasta dónde llegaremos? Me siento espantado”.
Santa Clara, Villa Clara, 7 de octubre de 2009.
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