El prisionero Jorge Alberto Liriano Linares, recluido en la prisión Cerámica Rojas, en Camagüey describió en un contacto telefónico, el pasado lunes a esta agencia, las condiciones en que se encuentran los reos. También alertó sobre las maniobras que están haciendo las autoridades carcelarias por posible visita del relator de Naciones Unidas, Mafre Novak.
Jorge Alberto, de 70 años de edad, quien cumple una condena de 13 años de lo cual ya ha extinguido 11, dijo que la prisión Cerámica Roja, fue construida en el año 1973, modelo soviético, y desde entonces no ha recibido mantenimiento. Indicó que “Resulta paradójico y a la vez contradictorio que los organismos carcelarios en la provincia estén fabricando un motel de recreación y esparcimiento a solo unos metros de aquí cuando las condiciones en el recinto empeoran por día”.
En cuanto al hacinamiento explicó que en la actualidad existe un aproximado de entre 150 a 200 recluso, los cuales duermen en el piso, sin colchón. Puede que la cifra sea mayor o tienda a continuar aumentando debido al encarcelamiento indiscriminado de las fuerzas represivas provinciales.
Expresa que el confinamiento actual es de 1 000 reclusos y que se violan las normas por metros cuadrados. Según las reglas internacionales está cárcel solo debería tener capacidad para 400 presos.
La mayor súper población en Cerámica Roja, está comprendida entre las edades de 15 a 25 años, casi todos jóvenes, cumpliendo condenas por delitos menores, entre ellos el índice de peligrosidad social predelictiva.
La frecuente falta de agua, el mal estado de las redes sanitarias, las múltiples filtraciones en las paredes y techos son las principales causa de la pésima higiene en los locales de encierro, y el producto de las diversas enfermedades.
Aclara que existen en estos momentos, según fuentes militares, módulos de sábanas y toallas en los almacenes y no lo han entregado a la población penal.
Sobre el hambre y la desnutrición manifestó que la última cifra de desnutrido data del mes de junio con 271 casos, y que desde entonces las autoridades sanitarias no realizan el pesaje. La comida es pésima y deplorable, arroz con gusanos, piedra y todo tipo de partículas nocivas, agua de chícharos con gorgojos, masa cárnica ácida y putrefacta y pescado en estado de descomposición.
La principal causa del problema de la alimentación es la corrupción, el descontrol y las falta de fiscalización. Los pocos alimentos que asigna el gobierno son desviados por los funcionarios. Gran parte se destina a la cría de cerdos de los militares.
En cuanto a la atención medica existen cinco galenos para el personal recluido no hay médicos de guardias en las noches ni los fines de semanas y mucho menos los días feriados. Las enfermeras le niegan la asistencia medica a los enfermos, alegando su falta de facultad para establecer un diagnóstico, no hay medicina, también se violan las consultas con especialistas y la unidad carece de ambulancia.
En estos días la población penal enfrenta la epidemia de la conjuntivitis. Diagnosticando que ya son cientos los infestados que permanecen aislados en celdas con condiciones infrahumanas de encierros, sin agua potable, sin iluminación, sin medicamento, ni atención del personal medico que rehúsa atenderlos ni indicar tratamiento medico por miedo al contagio.
Muchos de los contagiados están durmiendo en el piso por falta de camas o tableros a merced de plagas de insectos y la falta de higiene.
En lo que va de año según ha reportado esta agencia, 32 recluso han sido víctima de golpizas por parte de los funcionarios y 24 han sufrido crueles torturas en celdas de castigos. El índice de recluso que se han auto agredido arroja la cifra de 18, mientras 2 se han intentado suicidase por ahorcamiento.
Según testimonio del recluso Ariel Suárez, el mayor índice de tentativa de suicidio se ubica en las áreas del corredor de torturas y las celdas de castigos, esto debido a los malos trato de los carceleros.
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