Por: Jorge Alberto Liriano Linares, prisionero político desde la prisión dicta los textos.
Camagüey, Cuba, 8 de septiembre, del buró de trabajo de Hablemos Press/ Ciudadano cubano de condición humilde, de la raza negra es apaleado por la policía nacional en las calles del municipio Florida y enviado a la prisión por portar carteles y gritar consignas contra el régimen.
Yoel Marín Cárdena, nació el 12 de diciembre de 1970, en el seno de una familia pobre, y en sus 28 años de vida admite haber vivido todo este tiempo en medio de la deserción y el fracaso de un régimen social que solo promueve el odio, la maldad, el egoísmo, la avaricia y las humillantes desigualdades.
Admite Yoel haber salido a las calles el pasado 13 de agosto con carteles que expresaban el desacuerdo contra el hambre, la miseria, y represión que ha sumido la tiranía castrista al pueblo cubano, durante estos 50 años de dictadura.
Corrobora también haber gritado consigna como Abajo la tiranía, Abajo los asesinos uniformados, Abajo el comunismo, Abajo la dictadura castro comunista, vivan los derechos humanos.
El joven desempleado, sin casa, por haber sido víctima de los desastres ciclónicos que azotó a la isla el pasado año, padre de dos niños, hundido en la miseria y la desesperación se lanzó a las calles sin miedo desahogando impotencia sus penurias.
Fue apaleado salvajemente por las fuerzas represivas al servicio de la dictadura totalitaria y luego enviado a prisión en espera de enfrentar serios cargos y largos años de encierro.
Desde su celda le envía un mensaje al pueblo cubano y a la humanidad, “La patria no resiste más tantos dolores y reclama de sus hijos que la alivien”, exclama Yoel “No esperen los cubanos que la salvación lleguen de otros pueblos, el pueblo cubano esta convencido que en Cuba se necesitan grandes reformas políticas, sociales y económicas para entablar un verdadero régimen de justicia, libertad y democracia”.
“El pueblo unido vencerán”, expresa Yoel, los cubanos debemos unirnos y luchar por recuperar la normalidad democrática, los derechos y libertades que nos han arrebatado durante estos 50 años de dictadura”, concluyó el testimoniante.
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