Suceso narrado por el comunicador comunitario Lázaro Yuri Valle Roca
Lázara Mitjans Cruz, vecina de Enamorados # 64 entre Rabí y San Indalecio Santos Suárez, Municipio 10 de Octubre Ciudad de la Habana, cuenta la situación de su hija Leyanis quien se mantuvo recibiendo clases de baile, ganándose una audición para ingresar, en la escuela taller del Ballet Nacional de Cuba, cuando apenas tenía 8 años de edad, la niña ilusionada hizo su prueba sacando 5 puntos el máximo permitido.
La familia esperó el día en que dieran los resultados, cuando llegaron las listas se percataron que la niña no estaba incluida, Lázara madre de Leyanis fue a reclamar y le respondieron que sí, que era cierto, que había aprobado pero ya no había cupo, al ver la insistencia de Lázara, uno de los profesores le dijo que eso también era porque las bailarinas negras pesan más en el tabloncillo, a lo que Lázara les contestó con ira, que Carreño es negro y baila en Londres.
“Parece que esa práctica es típica del Ballet Nacional de Cuba, debe dar pena que los bailarines negros cubanos, tengan que salir de Cuba, para poder hacer una carrera”, expresó Lázara. Éste fue el detonante de la decepción de Leyanis, quien siendo solo una niña, le pidió a su madre que hiciera una carta a la Oficina de Intereses de los Estados Unidos de América, recibiendo respuesta el 17 de febrero de 2006, se le comunicó qué no podían atender su pedido, por su condición de menor de edad, pero que le enviaban, un formulario para que sus padres los llenaran.
Después, comenzaron las presiones, de la policía y maestros, contra la niña y familia en general, Lázara ha sido citada por la policía varias veces, acusada de tener antenas de satélite. Digna una maestra de Leyanis, despreciaba por ser negra a la niña, incluso hizo que desaprobara una prueba de matemáticas, que la niña por impotencia ante tanto desprecio y atropello rompió, junto con una foto en la que aparece con la maestra, teniendo posteriormente que trasladarse para otra escuela.
Ahora Leyanis solo piensa en cuando podrá, recibir sus clases de ballet clásico, según ella se le han hecho muchas propuestas para bailar danzas folclóricas, a lo que ella se hace la pregunta: “¿Por qué tengo que resignarme a ejecutar bailes folclóricos, si lo que me gusta es el ballet clásico, cuando tengo todas las condiciones físicas e intelectuales que se requieren, o es solo por ser de la raza negra? Entonces de qué derechos del niño, y de qué igualdad se me habla, cuando suceden estas cosas, solo hay que sufrirlo en carne propia para saber como uno se siente”.
Algunos documentos oficiales sobre el acoso de Lázara.
Leyanis y su maestra racista, en una foto que la niña rompió; y Lázara y Leyanis, cuando hacía la primera comunión.
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