Sucesos narrados por el comunicador comunitario Guillermo del Sol
“¡El campo santo es sagrado!” Palabras de Idalberto González Gómez (El Nene), persona responsable del cuidado y conservación de un número de tumbas y osarios en el Cementerio de la ciudad de Santa Clara, Villa Clara; y vecino de calle 6ta. entre Carretera a Sagua y 1ra. Reparto Camacho Libertad. Además me manifestó: “Yo represento un grupo de personas, que nos dimos a la tarea de rescatar los restos de los combatientes caídos, miembros del Ejército de Liberación, en la lucha del Escambray”.
“En el 2000 puestos de común acuerdo, un total de siete personas, familiares y amigos de combatientes que cayeron luchando y fusilados, nos dimos a la tarea, primeramente de identificar los restos, segundo reparar y pintar las tumbas y osarios. De entonces a la fecha, se ha convertido en un hábito las visitas periódicas al Cementerio de Santa Clara, para colocar ofrendas florales y rendir homenaje ante estas tumbas rescatadas”.
“Pero parece que personas inicuas, carentes de todo tipo de respeto y sentido común se han dado a la tarea de maltratar estas tumbas, lo que constituye una cobardía sin límite, profanar los recintos mortuorios de aquellos que murieron defendiendo sus ideales. Aún sus restos infringen miedo al régimen”.
“En esta ocasión los recintos profanados son: el de Elio Méndez Gutiérrez y otro, del cual solo tenemos su seudónimo, El Chino”. “Estas personas perecieron hace más de cuarenta años, solo quedan sus nombres y osamentas. ¿Qué daño pueden provocar?, ¿Qué peligro representan? Déjelos ahí, no los molesten más, todos los muertos tienen derecho al descanso eterno, independientemente de quien hayan sido”.
“En el año 1871, ocurrió el lamentable suceso de los siete estudiantes de medicina, “que se fusilaron”, acusados injustamente de profanar la tumba de Gonzalo Castañón y defendidos por un oficial español, llamado Federico Capdevila. Este histórico juicio ha sido año tras año, recordado por este gobierno y sin embargo vemos como se sigue profanando, se sigue destruyendo todo lo que no huela a verde olivo, en un Cementerio que tiene custodia permanente y donde cualquier queja o reclamo es nulo. Pero a pesar de todo nos sentimos orgullosos del trabajo realizado y volveremos a restaurar las tumbas, seguiremos rindiéndoles homenaje, continuaremos recordando y divulgando el decoro de aquellos que entregaron sus vidas por un ideal”.
Santa Clara, Villa Clara, 14 de setiembre de 2009.
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