Sucesos narrados por el comunicador comunitario Guillermo del Sol
En carta enviada a este comunicador, el prisionero Javier Delgado Torna natural del municipio de Caibarién, provincia de Villa Clara; me relata lo siguiente:
“Hermano, el objetivo de esta carta es comunicarte que por lo menos de salud estoy bien, que es lo principal en este lugar y quisiera narrarte las condiciones en que estamos conviviendo los presos, las cuales casi nunca se mencionan, ya que se piensa no puedan tener repercusión mas allá del muro que nos delimita ésta. He conocido de tú trabajo como comunicador comunitario y me agradaría que publicaras lo que a continuación te narro: Comentaré que los destacamentos, cubículos y celdas no reúnen las condiciones necesarias para la convivencia por largas temporadas, pues carecen de agua potable. Hay que salir al pasillo, donde existe una cisterna para agua y envasarla en botellas plásticas, las que no se pueden reenvasar hasta pasadas veinte y cuatro horas como mínimo. Los recipientes que se sumergen en la cisterna para extraer el preciado líquido, no reúnen la higiene necesaria para dichas funciones.
El aseo personal se hace con una cubeta. Las necesidades fisiológicas se realizan en una letrina, para la cual el número de usuarios oscila de tres a quince personas, el lugar destinado para bañarse alberga el mismo número que la letrina.
Todas las pertenencias de los presos hay que tenerlas tiradas en el piso, pues no existe un armario donde cada reo pueda colocarlas de forma organizada.
El área que se ubica debajo de los edificios llamada “Patinto” lugar cubierto de fango podrido donde habitan: bacterias, plagas y diversos agentes contaminantes, tales como: roedores, moscas, cucarachas, y grandes focos de mosquitos, a pesar de que fumigan con relativa frecuencia los destacamentos, las plagas se mantienen. Las tuberías de agua se encuentran sumergidas en esa indescriptible mezcla de fango podrido, lo que preocupa a la población penal.
La dirección del penal no facilita desinfectantes ni utensilios para la limpieza e higienización de los destacamentos, pero si detectan en la inspección que el cubículo esta desorganizado o sucio, toman medidas disciplinarias con el preso que le corresponda la limpieza ese día y con los demás integrantes del cubículo y ponen contra uno a los demás reos a punto de ocurrir un problema, porque te exigen limpieza y organización y tienes que hacerlo aunque no hayan los medios necesarios.
La forma de dirigirse los guardias a los presos es la peor, ¡A pesar de que se va ganando en cultura! En estos momentos te puedo asegurar que muchos guardias no saben dirigirse a los presos, tal es el caso de algunos oficiales pertenecientes al Consejo de Dirección de la Prisión. En estos momentos existe mejor cultura de parte de los prisioneros que de los guardias. Me explico, cuando un reo se acerca a un oficial con motivo de reclamar o comentar algo, lo hace de una forma educada y el oficial al emitir la respuesta lo hace de una forma vulgar.
Bueno hermano, estos son a grandes rasgos los principales problemas que dificultan la convivencia en esta Prisión Provincial de Villa Clara. Saludos a todos, de su hermano Javier”.
Santa Clara, Villa Clara, 14 de setiembre de 2009.
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