Por: Jorge Alberto Liriano Linares, Prisionero Político, desde la prisión dicta los textos.
Prisión Cerámica Roja, Camagüey/ Agosto/ del Buró de trabajo Hablemos Press/ Las fuerzas de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de esta provincia aumentan la represión y el encarcelamiento hostil e injusto contra adolecentes.
En las unidades policiales los menores de edad son expuesto a todo tipo de violencia se practican tratos crueles en los interrogatorios para mas tardes ser enviado a prisión donde comparten el sufrimiento con adultos de la peor calaña.
Carlos Nelson Espinosa Pérez, de 16 años de edad, es uno de los menores que recién arribó a la prisión Cerámica Roja acusado de un supuesto hurto de una bicicleta.
Idéntica situación atraviesa el adolecente Roybel Álvarez Zaldívar, de 18 años el cual lamenta haber perdido su graduación como técnico medio en computación, especialidad que estudiada en el Instituto Politécnico Cándido González de esta ciudad de Camagüey.
Otro de los adolecentes enviados a prisión por estos días es Yordanis Gutiérrez Zayas Bazán de 18 años quien culminó recientemente sus estudios de obrero calificado en carpintería en blanco y la policía del territorio de donde reside en el municipio Esmeralda lo procesó por el delito de índice de peligrosidad social predelitiva, sancionándolo a 3 años de privación de libertad por considerar al jovencito extremadamente peligroso para la sociedad.
Todo indica que el régimen de la isla y sus corrompidas y sanguinarias fuerzas represivas tratan de imponer un nuevo record de niños y jóvenes encarcelados en sus tenebrosas cárceles. Tal vez conmemorando el día internacional de la juventud próximo a celebrarse en el mundo entero.
Conocerá el fondo de las Naciones Unidas para la infancia (Unicef) la cifra de niños, adolecentes y jóvenes que se pudren en el interior de las mazmorras carcelarias de Cuba. Como viven, y son tratados. Ciertamente no se puede concebir una sociedad libre y democrática. No se puede concebir justicia, igualdad y el respeto individual. No se puede concebir desarrollo, prosperidad, economía, felicidad plena en un país regido por un régimen que mantiene miles de jóvenes tras las rejas. En un país donde el régimen reprime y encarcela la juventud que es el verdadero futuro que debemos forjar.
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