La pasión que despierta en la escritora cubana Zoé Valdés la actriz alemana Marlene Dietrich, a quien dedica su último libro, la ha acompañado desde que era una niña y se ha cruzado en su camino de tal manera que ha inspirado muchas anécdotas de sus novelas.
La autora cubana conversó hoy con Efe con motivo de la presentación en España de su libro “El ángel azul”, título que toma de la mítica película protagonizada por Marlene Dietrich y que Valdés aseguró haber visto más de dos centenares de veces.
Zoe Valdés, nacida en La Habana en 1959, sostuvo que la seducción de esa película, filmada en 1930, ha sido tal que “inconscientemente” ha dado lugar a pasajes de sus propias novelas.
“Yo creo que esta película ha inspirado muchas anécdotas de mis libros, que en un principio no podía ni imaginar”, relató Valdés, que definió su atracción por la cinta como “pasión sana”.
Recordó como de la mano de su abuela, actriz de teatro y admiradora de Marlene, iban en La Habana de casa en casa viendo retazos de “El ángel azul” a través “de las ventanas de la gente que tenía televisor”.
También fue su abuela la compañera que la llevó a las salas de cine y quien cuando un ciclón derribó su casa “muy vieja” y su familia tuvo que trasladarse a un albergue, en el que convivían adultos y niños, logró que la taquillera de la sala “Actualidades” de La Habana le diera permiso para pasar allí la tarde con los niños.
“El cine fue de alguna manera mi casa,”, afirmó Valdés consciente de que las películas de aquella época “nos hacían soñar una realidad alejada de la nuestra”.
Una realidad que, dijo, tampoco es la de hoy “porque había más esperanza”, subrayó una desilusionada Valdés que no ve ningún cambio en su país tras el traspaso del poder de Fidel Castro a su hermano Raúl.
“No ha cambiado nada, el mismo perro con diferente collar”, dijo Valdés, que ofreció una panorámica de su país de “mucha hambre” y con “muchos presos en las cárceles”.
Se trata de “una dictadura que se siente cada vez más fuerte para cometer los desmanes que comete”, porque no hay ningún gesto, dijo la autora que tampoco vislumbra cambio en las relaciones de Cuba con Estados Unidos por la llegada de Barack Obama, porque, dijo, al Gobierno de la isla le “interesa” la actual situación.
Valdés se exilió a Francia en 1995 y allí reside alternando el mundo de la literatura con el del cine.
Actualmente produce documentales y trabajos de vídeo-arte junto a su marido con quien ha puesto en marcha una productora.
Y es que, como recordó, el azar quiso que sus primeros pasos laborales fuesen de la mano del séptimo arte al recibir el encargo de leer y completar diálogos de guiones cinematográficos.
Después escribiría guiones completos -uno de ellos, “Desequilibrio”, tiene la intención de convertirlo en una novela-, y luego trabajó para la revista “Cine cubano”.
“Esa experiencia me sirvió mucho, fue un entrenamiento de escritora importantísimo”, reconoció la autora que sitúa en un lugar muy especial a Marlene Dietrich.
Valdés sostiene que la actriz alemana tenía “un sello y una fuerza tremenda” y que una vez que la conoces quieres descubrir “todos sus secretos”.
En su opinión, se trató de una actriz que “rompió barreras y mantuvo una relación con el arte muy bien lograda”, debido a su procedencia del teatro y a sus estudios de música y literatura.
Sin embargo, recordó que Marlene Dietrich fue un personaje “muy triste”, porque luchó por seguir joven hasta el final y se quedó “demasiado tiempo” viviendo en los personajes de sus películas, y en especial, del de Lola Lola, la protagonista de “El ángel azul”.
Noticias24/Vía EFE