12/02/2008

¿Rock en Cuba? Sí, pesado

Jóvenes muestran sus tatuajes durante el festival de rock metal en Santa Clara el mes pasado. (FOTO: AP)

El género de influencia estadounidense gana terreno en la tierra del son y la trova

LA HABANA, Cuba.— Música a todo volumen, pelos largos, tatuajes, irreverencia y hasta bandas contestatarias. En la tierra del son y la trova, el rock también supo ganarse un lugar.

Cuando agencias noticiosas internacionales reportaron recientemente el arresto de un rockero punk en Cuba, a muchos les llamó la atención que ese género se cultive en la isla, donde era visto como un fenómeno foráneo, asociado sobre todo con Estados Unidos, y no tuvo buena acogida entre las autoridades.

"El empuje que trae el rock es imparable y aunque muy lento, como todo en Cuba, se van ganando espacios", comentó Juan Raúl Fernández, un promotor, editor, webmaster y apasionado por el género, que lleva algunos años en España y desde allí maneja las páginas de Internet de una docena de bandas isleñas.

Fernández se prepara incluso ahora para sacar un disco compilatorio pagado por su propio bolsillo y con el cual espera romper el hielo que estos grupos enfrentan en las discográficas de la nación caribeña, que les realizan pocas grabaciones a pesar de que sus fanáticos a veces llenan salones enteros e incluso han reunido a miles de muchachos en la Tribuna Antiimperialista José Martí frente al malecón capitalino.

Con menos proyección internacional que el son, la trova, la salsa o el hip-hop, el rock aquí sigue siendo visto con suspicacias por muchos funcionarios. Y a buena parte de la población no le gusta esa estética desarrapada y de colores oscuros en un país donde el sol golpea y el fresco blanco se impone en las vestimentas.

Leyenda viva, querido por todos, suave al hablar a pesar de ser un hombre fuerte, el cuarentón Dionisio Arce, líder de la banda Zeuz, recuerda cuando su pelo largo y su desenfado lo llevaban seguido al calabozo en los años 80.

Durante 20 años su voz y su grupo Zeuz trabajaron para presentar sus temas y abrir escenarios nuevos para el metal o de plano lograr que sus largos cabellos no fueran motivo único para llevarlos a la cárcel.

"En comparación... estamos viviendo los mejores años del rock", dijo Arce. "Ahora tenemos [las bandas] una agencia [de representación], dos sistemas de sonidos, festivales en todas las provincias", sumó el vocalista.

Lejos quedaron los días en que incluso escuchar a los Beatles era un motivo para atraer la mirada severa de algunos revolucionarios. El propio Fidel Castro se presentó en diciembre del 2000 a un homenaje a John Lennon.

Jovenes rockeros asisten a un festival de metal en Santa Clara. (FOTO: AP)

Además, las autoridades remodelaron con audio especial un antiguo cine capitalino para que los grupos de rock se presenten allí y dejen de estar "vagando" por escenarios poco apropiados, enumeró Arce.

El desarrollo del rock alcanzó un puto tal que ya se distinguen distintos subgéneros.

Hay bandas como Porno para Ricardo, cuyo líder Gorki Aguila fue detenido hace algunas semanas, que compone canciones llenas de insultos a la revolución.

Aguila fue arrestado en su casa durante uno de sus ensayos y unos días después recuperó la libertad tras ser multado por exceso de ruido.

El episodio tuvo repercusión internacional porque fue difundido por agencias noticiosas.

Como muchos rockeros cubanos, Arce está enojado con el punk Aguila, quien compuso canciones particularmente agresivas y personalmente insultantes sobre figuras de la revolución.

Según Arce, Aguila produce canciones que "no son de buena calidad musical" y ofenden a mucha gente. "Se convierte en un [agente] provocador" que va más allá de lo artístico, dijo Arce.

"La oposición lo manipuló, está haciendo política y es importante que se sepa que su música no se consume en Cuba", agregó. Además, señaló Arce, "va quemando todo el movimiento".

"Yo sigo criticando lo mal hecho, y no me voy a callar, pero en su contexto. No voy a decir que esto es una m... y los americanos son lo mejor", ejemplificó Arce.

Pero para Aguila y sus seguidores, el punk debe necesariamente ser contestatario sin importar las ofensas personales. Es "un lenguaje directo... si el gobierno cubano nos insulta, porqué nosotros no los vamos a insultar a ellos", dijo el guitarrista de Porno Ciro Díaz.

Otros rockeros que prefirieron el anonimato se preguntaron si en realidad Aguila y sus amigos no están buscando "fama a cualquier precio", incluso dejándose arrastrar por los estereotipos de una Cuba sin libertad de expresión o de partido único.

Como sea, tanto Arce como varios aficionados consultados por AP coincidieron en que, aunque las cosas están mejor que en el pasado, les falta proyección internacional, casas disqueras que se interesen en grabarlos y emisiones de sus trabajos en la radio y la televisión.

"La música de rock en Cuba [es] un fenómeno muchas veces mal visto y poco estudiado", escribió el crítico Humberto Manduley, quien acaba de publicar un libro distribuido por una editorial estatal.

El Rock en Cuba hace un recuento de cinco décadas del movimiento, desde su aparición a finales de los años 50 de Bill Haley o Elvis Presley pasando por las dificultades que el género expermientó en los 60, cuando las autoridades revolucionarias lo identificaron con el enemigo por su enorme influencia estadounidense.

Lejos de morir de asfixia, el rock siguió difundiéndose y se fortaleció hasta "el derrumbe oficial de los viejos tabúes" a finales de los 80, e incluso pasó a ser apoyado por la Unión de Jóvenes Comunistas, expresó Manduley.

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