“No concebimos que un país que discrimina en el empleo, despoja a los trabajadores del derecho a una justa remuneración, militariza las relaciones laborales, niega la posibilidad de negociar individualmente o colectivamente y reprime como traición a la patria cualquier manifestación autónoma de los trabajadores, pueda ser acreedor a la cooperación técnica de la comunidad de naciones representadas en la OIT”, enfatiza un fragmento de la misiva enviada por el sindicalista cubano exiliado Joel Brito, Director Ejecutivo del Grupo por la Responsabilidad Social Corporativa en Cuba a Jean Maninat, Director Regional de la Oficina de la OIT para América Latina, con motivo de la visita que el ejecutivo realizó a Cuba, donde se entrevistó con Alfredo Morales Cartaya, Ministro de Trabajo y Seguridad Social, y Salvador Valdez Mesa, Secretario General de la Oficialista Central de Trabajadores de Cuba (CTC).
El Grupo por la Responsabilidad Social Corporativa en Cuba ha documentado de forma amplia las denuncias. También el caso 2258 presentado a la OIT por la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres, en acuerdo con la Central de Trabajadores Latinoamericanos y la Confederación Mundial del Trabajo. Sobresale en este sentido el informe 337, presentado por el Comité de Libertad Sindical al Consejo de Administración de la OIT. Parque Central de la Habana.
La visita de Jean Maninat a la Mayor de las Antillas, sucedió en momentos que las autoridades cubanas a través de sus Agencias Empleadoras continúan reteniendo el 95% del salario de los trabajadores que laboran en las empresas de capital mixto establecidas en Cuba. Los pagos que los obreros obtienen de los inversionistas extranjeros es en dólares o euros, lo reciben en pesos cubanos “desvalorizados" en abierta violación del Convenio 95 de la OIT sobre protección del salario. Esta proscrita cualquier forma de manifestación pacífica, incluyendo el derecho a la huelga, la negociación colectiva es casi inexistente, y se expulsan de sus empleos a trabajadores por causas políticas, en violación del Convenio 111 de la OIT.
El mensaje de Brito concluye: “El movimiento sindical independiente de Cuba, que sufre cotidianamente la contundente acción represiva del régimen y cuyos principales líderes se encuentran en las cárceles, el exilio o la clandestinidad, siempre ha tenido en la OIT una instancia de esperanza y de apoyo para sus justas reindivicaciones. Por ello rechazamos la manera como se manipula el presunto apoyo de la OIT a la dictadura cubana.”
El Director Regional de la Oficina de la OIT para América Latina y la comunidad internacional deben de conocer que Alfredo Morales Cartaya, con el objetivo de castigar la rebeldía de los trabajadores cubanos aprobó las resoluciones 187 y 188. En cuanto a la postura de la CTC, desde su fundación en 1939 por primera vez ha perdido su autonomía, manteniendo una postura anti obrera en abierta complicidad con el gobierno de Cuba.
Sería alentador que la OIT analizara el impacto de esta visita, si beneficia o no las libertades de la clase obrera cubana. El visitante hubiera podido bien contactar con activistas sindicales independientes, y hubiese comprobado la realidad con la manipulación oficial. Sería un golpe de bajo fondo darle la espalda a los trabajadores que se encuentran en un estado de indefensión. O con los trabajadores cubanos o contra ellos. La OIT tiene la palabra.
Reportó desde La Habana el periodista Carlos Serpa Maceira, de la Agencia de Prensa Sindical Press y corresponsal en la isla de Misceláneas de Cuba.
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