Por: Carlos Ríos Otero. (periodista independiente).
El Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, falleció a los 82 años de edad, el pasado 11 de septiembre del 2009 a las 23 horas, por efecto de un paro respiratorio, según parte oficial. Almeida Bosque, es un trofeo en la dirección histórica del proceso revolucionario. Avalado por sus acciones desde el inicio de la causa que le atribuye ese crédito: Asaltante al Moncada, en 1953. Fin del presidio político, en 1955. Fin del exilio, en México 1956.
Al desembarcar el yate Granma con 82 guerrilleros, el 5 de diciembre de 1956. Su jefe, dormitaba y masticaba caña. Platicaba con el capitán Universo Sánchez, ya se veía en el poder, en plena “paja” mental. Son sorprendidos por el ejército que los caza como mosca. Una voz pendeja gritó; ¡nos rendimos!; se cree que fue Fidel Castro. Pero, Almeida, más fuerte gritó: ¡aquí no se rinde nadie cojone!
Y, el cerco por el Tercer Frente, a la segunda plaza de Santiago de Cuba. Liderado por la Columna 9; “Antonio Guitera”, comandada por el disidente Huber Matos. Que rindió la plaza a finales de 1958, provocando el derrumbe de la dictadura anterior. Almeida, finaliza la guerra, con grados de comandante guerrillero y Jefe del Tercer Frente.
Los Hrs. Castro, en su afán de demostrar que la revolución constituía un evento social: “de los pobres y para los pobres”. Simbolizaron en Almeida, negro y pobre, que figurara en ser el tercer jefe de la rebelión. Éste, instituyó un prestigio que promovía el proceso revolucionario.
Juan Almeida, plasmó, de su autoría más de 300 canciones, desde la popular: “adiós Lupe”, compuesta a la patrona de México; hasta: “dame un traguito ahora cantinerito”. Escribió varios libros de la gesta revolucionaria. Siempre, conformó la élite del Partido Comunista y las Fuerzas Armadas. Al morir: Vicepresidente del Consejo de Estado y rector de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana (ACRC).
Almeida: “el negrito de la caridad”, en alusión al acompañante en el bote de la “Virgen de la Caridad del Cobre”, patrona de Cuba en la liturgia católica. Se le atribuía, un modelo de hombre sencillo. Sin capacidad intelectual, pero con inteligencia natural. No abusó en público, de diatribas contra los opositores a su Gobierno, ni al Tío Sam, enemigo jurado de la revolución. Aunque correspondió, en ser un incondicional a los Hrs. Castro.
De los principales en la cadena de mando. Acumuló en medio siglo de poder, acciones positivas y laudos críticos. Primó la influencia del poder. Superando tal vez a Fidel Castro, cuando dejó una prole de hijos vástagos, que no desamparó. Ocupándose, que se les concediera un hogar confortable.
Como segundo jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR). Las FAR en 1965-1968, promovió las tristemente célebres: Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP). Resultaron ser granjas de trabajo forzoso contra los “antisociales”. Fueron pasto del abuso de poder: testigos de Jehová, cristianos, gay, disidentes, amantes de la música rock y de los Beatles. Se atribuye, ser una sugerencia del maoísta Ernesto “Che” Guevara, que regresaba de China y le vendió la idea al “número tres”.
Como efectivo del Buró Político CC-PCC y de facto diputado. Con el visto bueno del Buró Político, en 1990 se funda expeditamente en la Asamblea Nacional la terroríficas Brigadas de Respuesta Rápida. Formadas por funcionarios de la policía política y del Partido Comunista. Que invaden los hogares y asaltan en la vía pública a disidentes. Su objetivo mantener el terror al pueblo. Son émulas a las secciones de asalto del Partido Nazi.
Almeida, en la llamada “ofensiva revolucionaria”, se alineó con el economista y finado Carlos Rafael Rodríguez. En no promover la controvertida “Ley” para nacionalizar la pequeña propiedad en 1965. Una idea tarambana de Fidel Castro. Aunque Fidel, no logró ni la mayoría simple. Sin embargo, impuso la controvertida ofensiva. En el decenio de 1990, del llamado “período especial”, Almeida, critica las medidas de choque que Castro impone al pueblo. Castro, lo “despide” por sentimental.
Almeida, descubre en México, el lado oscuro del “Che”: racista y torcido a la imposición de la pena de muerte. El Dr. Guevara, se le nombra, después que el argentino es presentado por Castro a los expedicionarios del Granma. Combatientes de la raza negra, le comentan que; el Dr. Guevara, los avasallaba y les ordenaba: “negrito esfuérzate y coopera”. Almeida les sugiere: “cuando te humille, respóndele: que pasa che; en Argentina es cualquiera del montón y no es un reconocimiento al superior, Dr. Guevara”.
Juan Almeida Bosque, desde hace tres años, constituyó un paciente en crisis de salud del corazón. Ya para tres años, también emergen con padecimientos críticos los Hrs. Castro: Raúl, apaña cirrosis hepática avanzada y tratamiento del colon, a los 78 años. Y, Fidel a sus 83 años, varias intervenciones quirúrgicas en el estómago, con anestesia general; le apalean en crisis perentoria.
Y, así están las cosas en Cuba: La pléyade de la gerontología ex guerrillera hoy generales y la élite del Buró Político, en la línea de mando. Son pacientes en crisis de salud permanente. Que el clan castrista lo valora como un súper secreto de estado.
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