Sucesos narrados por el comunicador comunitario Raúl Luis Risco Pérez
“Es casi inexistente el transporte urbano en esta ciudad pinareña, sólo los viejos ómnibus cubren menos del uno por ciento de las necesidades de transportación de la población en la localidad. Nosotros los transportistas privados, con muchas dificultades que nos imponen, llevamos el peso de la normal movilidad de la población”, así se refirió Luis Ramón Velázquez Pérez de 66 años de edad, quien con todos sus años a cuesta, anda toda la ciudad en un bici taxi.
“Vivo en Belescaviede No. 49, interior, aquí en Pinar del Río, soy un anciano y tengo que pedalear todo el día para comer. A mi mujer y a mi no nos alcanza la chequera y esta es una forma honrada de buscarme el sustento, pero desafortunadamente, entre la Policía Nacional Revolucionaria y los inspectores estatales, nos hacen la vida imposible; los coches tirado por caballos, autos viejos americanos de los años 40 y 50, camiones de esa misma fecha y los bici taxis, movemos a un gran porciento de los pobladores de esta ciudad, ellos, policías e inspectores viven casándonos como si fuéramos ratas para multarnos, retirarnos la patente o que le demos dinero si estamos cometiendo alguna ilegalidad. La represión contra nosotros es incalculable, el gobierno cubano no termina de darse cuenta que tiene que aflojar la mano con quienes estamos resolviendo al pueblo lo que ellos nunca han podido, que nos dejen trabajar en paz, para nosotros prestarle un mejor servicio al pueblo, con la represión y persecución sólo lo que hacen es crear más problemas al pueblo que en definitiva es el que se afecta. Yo le ruego a Dios, esta pesadilla termine antes de yo morir pedaleando este bici taxi. Cuba jamás ha vivido momentos como esto, el anterior régimen no se metía con el que trabajaba y daba todas las facilidades”.
Pinar del Río, 30 de setiembre de 2009.
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