Urumqi (China), 7 jul (EFE).- Una nueva protesta de uigures, que se enfrentaron violentamente con la policía china, estalló hoy en la ciudad de Urumqi, capital de la región autónoma de Xinjiang (noroeste), dos días después de los sangrientos incidentes que causaron 156 muertos y más de mil heridos.
El grupo de 300 manifestantes, muchos de ellos mujeres, rodeó a unos 60 periodistas extranjeros autorizados por Pekín a viajar a la zona a cubrir las protestas, gritando eslóganes y "creando un caos", aseguró un portavoz del gobierno regional.
Otras mil personas presenciaban la escena, según las informaciones.
La protesta se produjo en un barrio de población mayoritariamente uigur donde el Gobierno regional había preparado un encuentro entre habitantes locales y periodistas.
Según la agencia oficial Xinhua, todo comenzó cuando una mujer uigur se acercó con su hijo al grupo de reporteros, llorando e implorando la libertad de su marido, al parecer detenido tras las protestas del domingo.
Otros uigures se sumaron a la protesta y la policía intervino, añadió la información de Xinhua.
En las cercanías del aeropuerto, se pueden ver signos de violencia, como coches destrozados, y según señalaron a Efe vecinos de la zona, anoche hubo allí y en otros lugares de las afueras de la ciudad nuevos episodios de tensión entre uigures y policía.
"La cifra de muertos es muy superior a la que dicen", señaló un taxista en el camino del aeropuerto a la ciudad.
El Gobierno chino acusa a grupos independentistas en el exilio como el Congreso Mundial Uigur de la violencia étnica, aunque la líder de la organización, Rabiya Kadeer, ha negado desde EEUU esta posibilidad y acusa a la policía china de responder con excesiva violencia las protestas.
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