Los últimos números del semanario "Bohemia" y el periódico "Juventud Rebelde", ambos oficiales, han publicado artículos que refieren las pérdidas ocasionadas por el retraso en trasladar a los comercios "el tomatazo", como han denominado la elevada producción registrada este año.
La noticia se suma a decenas de malos datos sobre la economía de la isla que han publicado medios oficiales en las últimas semanas, incluidas la caída de las exportaciones -cuadruplicadas por las importaciones-, la necesidad de racionar energía y la falta de liquidez del Estado cubano.
El productor Ignacio de Loyola dijo que "300 quintales de tomates (unas 14 toneladas) previstos para consumir fresco, pero al borde de la pudrición, se mandaron para la industria, al no disponer de suficientes envases".
"Por eso perdimos cerca del 40 por ciento de las ganancias previstas, porque el precio del destinado para la industria es inferior", añadió.
"Bohemia" indica en un artículo titulado "Los eslabones débiles de la cadena" que el transporte de Cuba, el único Estado comunista de América, "sigue demorando la recogida y traslado de las cosechas".
Según un ejecutivo de la comercializadora estatal Acopio, Herminio Ravelo, el problema con los envases (cajas) se debe a retrasos en el suministro de madera, porque los aserraderos dieron prioridad a la recuperación del medio millón de viviendas afectadas por los huracanes que azotaron la isla en 2008.
"Juventud Rebelde" señala que por la falta de transporte y de una infraestructura industrial capaz de asumir "picos" productivos, "en los andenes de varios establecimientos del país se pudrieron cientos de toneladas de tomate".
El presidente de una cooperativa de producción, Orlando Gómez, declaró que pudo haber conservas para todo el año, tanto de tomate como de hortalizas como la zanahoria, pero que "no hay un respaldo tampoco con pequeñas industrias" para procesar altos volúmenes.
Agregan los medios oficiales que la industria de procesamiento de productos agrícolas "está tecnológicamente atrasada" y que "se quedó detenida" en el año 2000, cuando se hundió la agricultura de la isla.
El director de Agroindustria de la Unión de Conservas del ministerio de Industria Alimenticia, Jacinto Rodríguez, coincidió en que la falta de envases "limita tanto como la tecnología instalada", y subrayó que deben "rescatarse" las capacidades mediante el cambio de algunos equipamientos.
Subrayó que la industria procesó 110.000 toneladas de tomate, pese a que su viejo andamiaje tecnológico está preparado para admitir sólo 47.600.
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