Lo tengo y lo tendré

Entrevista a Maikel Bencomo, prisionero político


Tania Maceda


LA HABANA, Cuba, abril (www.cubanet.org) - Maikel Bencomo, de 27 años, fue condenado sumariamente a dos años de cárcel en mayo de 2008, por tatuarse en la espalda las palabras: Abajo Fidel. Un oficial de la Seguridad del Estado le propinó una paliza en la unidad policial de Artemisa, y al siguiente día lo presentaron al tribunal municipal. Los detalles los relata el prisionero en esta entrevista, realizada vía telefónica desde el campamento de trabajo forzado Calderón, en Provincia La Habana, donde se encuentra.


Tania Maceda: ¿Qué alimentación recibe?
Maikel Bencomo: Muy mala, como si estuviera en un campo de concentración.
TM: ¿Por qué no llamaba por teléfono?

MB: Antes estaba en la prisión de Melena del Sur. Allí no hay teléfonos, por eso llevaba un año sin comunicarme.

TM: ¿Cómo era su vida en la prisión de Melena del Sur?

MB: Muy mala. Los reos trabajan duro en labores agrícolas, en harapos, sin zapatos muchas veces y sin herramientas de trabajo, casi no ganan nada, apenas 40 ó 50 pesos (2 dólares) al mes. También hay mucho atraso en otorgar los beneficios penitenciarios. La labor comienza a las 7 de la mañana y termina a las 6 de la tarde. El desayuno es un agua que llaman chocolate, y los almuerzos y comidas no tienen grasa. Recientemente dieron colchones nuevos, lo cual fue un alivio.

TM: ¿Qué ocurrió en el juicio?

NB: Pensaba viajar a La Habana para participar en una actividad de la disidencia pacífica, y también visitar la sede de la Unión Europea. La policía política tiene la costumbre de que cuando se entera que vamos a participar en alguna actividad, nos cita y nos retiene para que no podamos asistir. Me citaron y arrestaron, me encerraron en un calabozo. Un oficial de la Seguridad del Estado me dijo: “¡Hijoeputa, ustedes no van a tumbar esto! Ven, vamos a fajarnos”. Le respondí: “Mi lucha es pacífica. No me fajo con nadie”. Recuerdo que me dijo: “Tú eres cubano y tienes también ciudadanía italiana, pero no te vas a poder ir”: Entonces me sacó del calabozo y me dio una paliza, a pesar de que estaba esposado. Si me caía, él me levantaba para continuar con los golpes, hasta que otros policías vinieron y pararon aquello, y me introdujeron de nuevo en el calabozo. Entonces dijo: “Levántenle un desacato y una resistencia”.

Al día siguiente, bien temprano, me llevaron al Tribunal Municipal de Artemisa donde, sin abogado defensor ni amigos, ni público, ni tan siquiera uno de mis familiares, me hicieron un juicio sumario y me condenaron a dos años de privación de libertad, acusándome de desacato y resistencia. De allí me llevaron directamente a la prisión de Melena del Sur. El mismo agente que me dio la golpiza me mandó a decir que si no me quitaba el tatuaje de Abajo Fidel, me iba a echar la peligrosidad social pre-delictiva cuando salga de prisión.

TM: ¿Cuántas veces te arrestaron a causa del tatuaje?

MB: En sólo cuatro meses, en 2008, me detuvieron y amenazaron ocho veces; lo hacían a cualquier hora del día y de la noche. Me amenazaban en mi casa, en la calle, en la estación de policía, en todas partes, con el fin de que me quitara el tatuaje.

TM: ¿Todavía lo tienes?

MB: Lo tengo y lo tendré.