El último presidente soviético funda su propio partido y regresa a la política rusa. Asegura que al mundo le hacen falta líderes.
Por Antonio Ribeiro
Desempeñó un papel central en el final de la Guerra Fría y en el colapso del comunismo. Sexto y último de los sucesores de Lenin, Gorbachov gobernó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) entre 1985 y 1991, cuando el imperio comunista se desmoronó. Al asumir el poder tenía como principales objetivos resucitar la economía y revitalizar el régimen soviético. Esos esfuerzos fueron sintetizados en dos programas de reforma: el glasnot (transparencia), que permitía mayor libertad de expresión, y la perestroika, que era una tentativa de modernizar el sistema económico. Gorbachov ganó el Premio Nobel de la Paz en 1990 sobre todo por haberle puesto fin al dominio soviético en Europa Occidental.
Desde que perdió el poder, se dedica a causas sociales y ecológicas. Después de Eco 92, fundó la Cruz Verde Internacional, organización ambientalista con representación en más de 30 países. En este momento prepara su regreso a la política. Hace pocos meses anunció la creación, en colaboración con el multimillonario Alexander Lebedev, del Partido Democrático Independiente, una agrupación de oposición.
Periodista: Usted fue nombrado miembro del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética en 1971. En el 2007, las revistas publicaron un aviso de las maletas Louis Vuitton con una foto en la que usted aparecía cerca de los vestigios del Muro de Berlín. En 36 años, el mundo cambió y usted hizo una gran contribución a ese cambio. ¿Cuál es la diferencia entre el Gorbachov de antes y el actual?
Mijail Gorbachov: Soy la misma persona que antes. La única diferencia es que lo que aprendí y viví desde entonces modificó a la persona que soy hoy. Louis Vuitton lanzó esa campaña, de la cual mi propaganda formó parte, en defensa de la lucha por el medioambiente. Esa propaganda sirvió para contribuir con los esfuerzos mundiales en esa área y para apoyar a la Cruz Verde Internacional, una organización fundada por mí. No lo veo como una propaganda, sino como un paso natural en la promoción de una agenda importante.
Periodista: ¿Es cierto que usted promovió el glasnost y la perestroika sólo para corregir los errores del sistema soviético y no para destruirlo?
Gorbachov: Lo más importante, tanto para los hombres como para las naciones, es no mentirse. Por eso necesitamos del glasnost y de la perestroika. Son dos herramientas útiles para abrir los ojos y la mente de las personas para que estén abiertas a los cambios.
Periodista: En 1996 fue candidato a la presidencia de Rusia, pero obtuvo sólo el 1% de los votos. ¿Cómo explica el hecho de que goza de mucha mayor popularidad en el exterior que en su propio país?
Gorbachov: No me arrepiento de mi candidatura. En 1996, como candidato, tuve la oportunidad de hablar en 22 regiones de Rusia y de exponer mi opinión a la población. En cuanto a los resultados de la elección, estos fueron dudosos. Hubo evidencias de fraude. El régimen de Yeltsin había cortado mi acceso a los medios. En el 2005, cuando celebramos el vigésimo aniversario de la perestroika, una investigación hecha en el país demostró que más de la mitad de la población aprobaba la implementación de la perestroika y el 53% consideraba positivas las acciones del presidente de la Unión Soviética.
Periodista: ¿Cómo consideraba a líderes mundiales de su período de gobierno como Ronald Reagan, Margaret Thatcher, Helmut Kohl y François Mtterrand? ¿Cómo considera a los que vinieron después: Bill Clinton, George W. Bush y Tony Blair? ¿Qué piensa de Angela Merkel, Nicolas Sarkozy y Barack Obama?
Gorbachov: Tuve la suerte de tener colegas en muchos países que estaban listos y aptos para liderar los desafíos que enfrentamos en esa época. Sin su colaboración no hubiera sido posible acabar con la Guerra Fría y hacer la transición hacia un mundo nuevo. Las generaciones siguientes de líderes tuvieron que lidiar con múltiples problemas de naturaleza distinta. Las políticas actuales son dejadas atrás por el ritmo de los cambios globales. Realmente hay un déficit de liderazgo. El planeta precisa de una nueva visión política compatible con los desafíos inéditos y capaz de ajustar los mecanismos de cooperación internacional existentes.
Periodista: ¿Quién gobierna Rusia actualmente, Vladimir Putin o su sucesor, Dimitri Medvedev?
Gorbachov: De acuerdo con la Constitución de Rusia, el presidente es el jefe de Estado. Pero no me parece que sea productivo comparar al presidente y al primer ministro. Por suerte, trabajan en equipo.
Periodista: ¿Qué significa “democracia” para los rusos?
Gorbachov: Es tanto un instrumento político como un valor universal. Como instrumento político se trata de un concepto que debe ser ajustado a cada país, de acuerdo con su historia, sus tradiciones y la mentalidad de su pueblo. Hay una versión americana de la democracia, una versión francesa, otra japonesa y, tal vez, en el futuro, tengamos una versión china. Rusia también precisa desarrollar su propio modelo de democracia, tal vez está en el comienzo o en el medio de ese desarrollo.
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