8/30/2008

RESUMEN 8-Huracán Gustav deja Cuba y enfila hacia EEUU



Por Esteban Israel

LA HABANA (Reuters) - El poderoso huracán Gustav se zambulló el sábado en el Golfo de México luego de atravesar Cuba, la última parada de su peligrosa trayectoria que podría llevarlo cerca de Nueva Orleans.

Gustav, un ciclón categoría 4 con vientos de 240 kilómetros por hora, se abrió camino por la provincia de Pinar del Río, en el extremo occidental de Cuba, destrozando viviendas y tumbando árboles.

Cuba no reportó muertos, aunque sí algunos heridos leves.

"El ojo completo ya está en el mar, alejándose de Cuba," dijo Maritza Ballester, del Instituto de Meteorología cubano.

El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos cree que su rumbo nordeste lo llevaría a tocar tierra el lunes por la noche en el estado de Lousiana, donde hace exactamente tres años el huracán Katrina barrió con la ciudad de Nueva Orleans.

Pero antes tendrá que atravesar los yacimientos petroleros del Golfo de México, de dónde Estados Unidos extrae un tercio de su crudo.

Una vez en mar abierto, la elevada temperatura del agua podría fortalecerlo.

"Gustav podría alcanzar la categoría 5 (...) Se pronostica que continúe siendo un gran huracán hasta tocar tierra en algún lugar de la costa norte del Golfo de México," dijo el CNH en su último informe.

VIENTOS VIOLENTOS

La televisión estatal cubana reportó numerosos daños en viviendas en la Isla de Juventud al sur de Cuba y la región tabacalera de Pinar del Río.

La magnitud de las pérdidas materiales no estaba clara.

"Es un momento muy complejo (...) Sabemos que hay daños considerables," dijo Olga Lidia Tapia, secretaria del Partido Comunista en Pinar del Río, a la televisión.

El Instituto de Meteorología de Cuba reportó ráfagas de 340 kilómetros por hora, la velocidad máxima jamás registrada en Cuba, que incluso destrozó los equipos de medición.

Algunos poblados fueron arrasados por el viento, que hizo volar techos, puertas y ventanas, además de dañar plantaciones.

En la Isla de la Juventud, un par de barcazas atracadas en el puerto fueron proyectadas por el oleaje, acabando en la calle.

Las autoridades cubanas evacuaron a unas 250.000 personas, la mayoría en Pinar del Río.

Mientras Gustav se alejaba, barrios enteros de La Habana y otras ciudades del Occidente de Cuba permanecían en la oscuridad, pues el suministro eléctrico fue cortado para evitar accidentes por los cables caídos.

Gustav dejó esta semana al menos 86 muertos a su paso por República Dominicana, Haití y Jamaica.

En Cuba, los masivos sistemas de evacuación suelen evitar o reducir las muertes al máximo.

FANTASMA DE KATRINA

Gustav revivió el fantasma de Katrina, cuya fuerza hizo que la marea rebasara en el 2005 los diques de contención e inundaran el 80 por ciento de Nueva Orleans.

El éxodo de residentes provocó el sábado embotellamientos en las autopistas en las cercanías de la ciudad, que descendió en el caos y donde el Gobierno demoró días en rescatar a las víctimas.

Katrina dejó una cuenta de unos 80.000 millones de dólares, convirtiéndose en el desastre natural más costoso en la historia de Estados Unidos.

Las autoridades del estado de Luisiana advirtieron a los residentes que se prepararan para la evacuación y dispusieron medios de transporte para los que no tienen automóviles.

Las autoridades federales aseguran que los diques han sido fortalecidos, pero hay todavía puntos vulnerables en algunos de los barrios más devastados por Katrina.

Más de 11,5 millones de estadounidenses podrían sentir el impacto de Gustav, según la Oficina de Censos.

El presidente George W. Bush telefoneó a los gobernadores de los estado de Luisiana, Misisipí, Alabama y Texas para darles total apoyo del Gobierno federal, dijo la Casa Blanca.

Los ciclones Katrina y Rita, que llegó tres semanas después, destrozaron más de 100 de las casi 4.000 plataformas petroleras en el Golfo de México.

"Esta tormenta será aún más peligrosa que Katrina (...) Creo que demostrará ser un escenario peor para la zona de producción," dijo el analista Jim Roullier, de la consultora Planalytics.

Walter Parker, un guardia de seguridad que en el 2005 pasó ocho días atrapado en su apartamento por las inundaciones de Katrina, hacía fila el sábado en la estación de autobuses de Nueva Orleans junto a familias con niños y bolsas a cuestas.

"No quiero ver otro Katrina, con cadáveres flotando en el agua," dijo.

(Reporte adicional de Rosa Tania Valdés en La Habana y Tim Gaynor en Nueva Orleans. Editado en Español por Ricardo Figueroa/Marion Giraldo/Patricia Vélez)

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