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Brutal Fest

Salón Rosado de La Tropical

Sábado 31 de mayo 2008

Por Tony González

Últimamente, en vez de ser un rockero iracundo e ir por la vida con cara de malo, me pongo cada vez más contento. Voy a tener que ir a un psicólogo. Esa preocupación me aumentó con el Brutal Fest y lo bien que la pasé. ¡Cómo me divertí! Llegué al Salón Rosado sobre las cinco y treinta de la tarde, encontrándome con Dulce y Niurka, dos amigas de la Agencia Cubana de Rock que repartían papeletas para rifa y condones, quienes me contaron que ya habían entrado unas trescientas y pico de personas. Me dirigí a la parte trasera, donde encontré varios amigos, entre ellos los Switch, quienes están preparando aun segundo guitarra, a David Chapet, el genio tras el sueño de este disco, junto a su esposa e hija, y a varios músicos de diferentes bandas que iban llegando poco a poco.

Los muchachos de Arrabio no se presentaron al concierto, cuando averigüé, me dijeron que no habían podido venir porque uno de ellos tenía que trabajar en un teatro, o en una obra. Espero que haya sido el protagonista principal, porque pienso que fue una falta de seriedad el no presentarse a un evento de tal magnitud y que, además, había sido planificado con más de un mes de antelación, cosa rara esta en Cuba, pero en este caso cierta. Ellos se lo perdieron, y con situaciones de este tipo lo más que se pierde es credibilidad.

Así que les tocó abrir a los Switch, quienes se lanzaron al escenario con mucho entusiasmo y lograron trasmitir la energía, con canciones que son fáciles de corear, como las incluidas en el disco "Not Salsa, Just Brutal Music". Cada banda tenía 30 minutos nada más, así que en vez de dar muela, se esmeraron en aprovechar al máximo su tiempo y poner a la gente a brincar.

Mientras el cielo se nublaba, los jóvenes de Estigma se subieron a la tarima para ofrecer su show. El bajista llevaba una saya guarabeada, y los más radicales se acomplejaron un poco, dando paso al frente a los amantes del metal moderno. El vocalista logró mantener el calor dejado atrás por los antecesores y, cumpliendo lo establecido en el programa, tocaron las canciones del disco en tercer y cuarto lugar.

Desde Matanzas llegaban Demencia, el grupo más oscuro de la selección discográfica, con un vocalista que realmente no se entiende y un Death metal primitivo y antropófago con batería secuenciada. Ya la tarde iba cayendo y la oscuridad ser acercaba, no solo por la hora sino por las nubes. El dios del trueno vino a ver que estaba pasando, preguntándose cómo era posible que hubiera un hombre que rugiera más que él. Al parecer lo encontró bien, así que, por una cuestión de respeto, esperó a que los matanceros terminaran de tocar para lanzar su aluvión de agua, rayos y truenos. Cuando comenzó la lluvia ya habían entrado, según las papeletas de rifa, unas setecientas personas.

El chaparrón fue corto, pero desestabilizó los horarios y hubo que apretarse un poco. Azotobacter se encontró un público húmedo que los esperaba animadamente, ofreciendo una actuación realmente espectacular. Ellos demostraron que mientras más posibilidades de tocar tengan las bandas, más se van perfeccionando las interpretaciones musicales. De nada vale que ensayes todos los días si no tienes donde probar. Los muchachos de Santa Clara mostraron mucha confianza en si mismos, y mientras disfrutaba la actuación, se me fue el tiempo, así que no supe al final si llegaron a tocar mas de cuatro temas, o bien están tan empastados, que lanzaron su andanada musical sin parar hasta el final.

Medula acababa de llegar de Pinar del Río, donde el día anterior habían celebrado su quinto aniversario en directo. Algunos han criticado el cambio de rumbo musical que la banda ha dado, con un camino más apegado al rap metal aunque sin alejarse por completo de la base Hardcore, no obstante, la calidad es la misma y marcaron una diferencia con el resto de las agrupaciones vistas hasta el momento. Siguiendo las apreciaciones de un amigo del grupo, entre los temas presentados estuvo una versión de "Crudo", de la ya desaparecida banda Garaje H. Y, como dato curioso, a la hora de dirigirse al público, también utilizaron algunas de las guaposas expresiones similares a las de Abel, el vocalista del grupo versionado.

Hacia tiempo que la capital no disfrutaba de la actuación de Blinder. Aunque al parecer, su baterista no se encontraba cómodo con un instrumento que no es el suyo, y comenzó con ciertas imprecisiones, pronto se restableció la máquina arrolladora, interpretando los temas del disco y otros correspondientes al nuevo demo "Cultura del Miedo", que desde hace varios meses la banda ha puesto a nuestra disposición. Eric Doménech tuvo palabras de elogio para el CD que se presentaba, y que no se pudo vender por problemas comerciales relativos a las leyes de nuestro país.

Sobre las once de la noche, Escape subió al escenario con un repertorio inspirado en lo que son ya temas clásicos de la banda. Jennifer Hernández interpretó el solo de teclados con algunas variaciones orquestales diferentes a las escuchadas en el disco. Por su parte, a la hora de presentar los temas incluidos en el disco, Yando Coy brindó la traducción más correcta del mismo en una frase que escuché mas o menos así: "Ahora vamos a tocar un tema que está en el recopilatorio Not Salsa, Just Brutal Musíc, que más o menos, quiere decir que pal carajo la salsa". Y le doy la razón, la traducción estuvo mejor que la de las películas del sábado.

Me asombró que siendo Alejandro Padrón el baterista de ambos grupos, no tocara Combat Noise a continuación, pero el mismo músico me aclaró que necesita coger un descanso entre banda y banda y que, siendo estilos diferentes, el intermedio le da tiempo a situarse. Se le dio su espacio a Chlover, quienes subieron al escenario llevando unos paneles con el logo de la banda, y un cajón cuyo objetivo no me quedó muy claro, así que para la próxima pondré más atención. No siendo menos, la banda sonó minuciosamente compacta, logrando una activa comunicación con el público. Todos los grupos vinieron muy bien preparados y con alto nivel profesional, señal de que en esos aspectos la escena nacional, al menos en sus principales exponentes, ha avanzado mucho.

Cerca de las doce y media, Combat Noise inició la actuación que cerraría el evento. En un show que me pareció sumamente corto a pesar de extenderse más allá de la una de la mañana, interpretaron los obligatorios temas del disco (ya que fueron filmados para su posterior edición en DVD), un par de clásicos y un estreno cuyo título no capté, pero que pronto podremos escuchar con más asiduidad.

El espectáculo quedó muy bien, y con la excepción de ligeros problemas de sonido ocurridos durante la actuación de Escape, el audio estuvo impecable. La AHS Nacional dio un gran apoyo asegurando la alimentación de todos y el hospedaje de las bandas de Villa Clara y el Havana Club, a diferencia de los patrocinadores del "rock más largo" que era la cerveza Bucanero, si estuvo presente, no solo con botellas inflables y pancartas, sino en el aseguramiento etílico de las bandas, así como en brindar botellas de ron y t-shirts que, junto con el disco, cada una de las bandas rifó, en un sorteo insuficiente, es cierto, pero que al menos permitió a unos pocos agraciados tener su copia original. Como expresó Eric Doménech frente a la masa metalera: "Este disco hará historia"

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