XV-entrega
Mayo de 1959.
1º. de mayo de 1959.- Celebra el Gobierno, en ausencia de Fidel Castro que se encuentra aún en su viaje, el llamado “Primero de Mayo de la Libertad”, con un desfile en la ahora llamada “Plaza de la Revolución”. Los “slogans”, carteles y los gritos de la multitud, fueron recogidos por la Prensa, la Radio y la Televisión. Una breve reseña de los mismos, se relacionan a continuación: “Gracias Fidel por este Primero de Mayo”; “Revolución primero, elecciones después”; “Fusilamiento para los conspiradores”; “Fusilamiento para los esbirros”; “Cuba sí, Yanquis no”, etc.
A las once de la mañana partió el desfile que terminó a las dos de la madrugada. Lo encabezaban: David Salvador, Raúl Castro, Juan Almeida, Juan Castiñeiras, Octavio Louit, Conrado Bécquer, Jesús Soto, Isidro Figueroa, Reynold González, José Pellón, José María de la Aguilera y otros dirigentes obreros.
Por la tribuna pasaron un grupo de destacados líderes de los trabajadores, haciendo el resumen del acto el Dr. Manuel Urrutia Lleó, Presidente de la República.
Iguales desfiles se celebraron en las ciudades de Cienfuegos, donde resumió el acto el Dr. Osvaldo Dorticós Torrado; Camagüey, donde hablaron los comandantes Camilo Cienfuegos y Hubert Matos; y en Santiago de Cuba, donde hizo uso de la palabra para dar fin al acto, el comandante Ernesto Guevara.
Raúl Roa declaró en la Organización de Estados Americanos (OEA): “El gobierno de Cuba se opone a esta invasión de Panamá”. Sin embargo, los cubanos que invadieron Panamá, al rendirse manifestaron: “Acatamos la orden de Fidel”. “No queremos perjudicar la Revolución”. “Nos sometemos a los tribunales panameños”.
2 de mayo de 1959.- Fidel Castro fue recibido por el presidente de Argentina, Dr. Arturo Frondizzi, en la residencia de Los Olivos. La entrevista duró 45 minutos y según informó el presidente argentino, se trató asuntos de gran interés general americano.
Fue sentenciada a morir ante un pelotón de fusilamiento la Sra. Olga Herrera Marcos, por “complicidad con el régimen anterior”.
En la Conferencia Económica de Buenos Aires, Fidel Castro propuso medidas para salvar la economía de Latinoamérica, en cuanto a su atraso económico, y dijo además:
“No hay sistema de gobierno más corrompido que una dictadura. Es verdad que hay gobiernos constitucionales corrompidos también. Pero los gobiernos constitucionales tienen que cuidarse porque tienen que someterse a elecciones y suelen perder esas elecciones, si hay democracia verdadera, si realmente votan las personas. Además, en esos casos hay un freno a la denuncia pública, hay un freno a la libertad de expresión, hay un freno en ese proceso eleccionario que se repite cada dos años”.
En este párrafo, Fidel Castro ha dibujado paso a paso lo que en realidad tenía pensado para el futuro de Cuba. Y así lo ha mantenido por casi cincuenta años.
En una rueda de periodistas más tarde, declaró Castro: “Los fusilamientos están terminando en Cuba”.
Expresó la esperanza de que “el movimiento de Cuba sea una lección para el presente y el futuro de América”.
Se refirió a la creación de cooperativas de producción y dijo que “setenta mil desocupados tendrán trabajo”.
Desmintió que en el movimiento revolucionario cubano hubiera “infiltración comunista”, diciendo “que posee ideología propia”. Señaló también que “desea retirarse una vez que crea que ha cumplido su deber”.
Esa misma noche partió para Montevideo.
Dejo atrás una sarta de mentiras que en muy poco tiempo iban a descubrirse. (Continuará)
(Fuente: “Diario de una Traición”, de Leovigildo Ruiz)
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