El nuevo 'número dos' del régimen castrista alienta la autocrítica, pero sin olvidar «los deberes revolucionarios» del socialismo
04.03.08 - Ideal.es
Por : M. L. DE GUEREÑO
El primer vicepresidente cubano, José Ramón Machado Ventura, confirmó lo que muchos medios adelantaron tras el arranque el día 24 de la nueva etapa de la revolución cubana sin Fidel Castro oficialmente al frente: el afianzamiento del Partido Comunista de Cuba (PCC) -el único permitido- como líder de los cambios siempre «dentro del socialismo».
Según el nuevo 'número dos' de la jerarquía isleña y miembro del Buró Político del PCC, los comunistas cubanos deberán enfrentarse a los problemas con trabajo y valentía. «El partido tiene que estar a la vanguardia, dar pasos firmes, y detectar y reconocer las dificultades para entonces solucionarlas», expresó durante una reunión de la formación.
Machado se refirió a los dos discursos pronunciados por el presidente, Raúl Castro, sobre la necesidad de «cambios estructurales», de «trabajo duro» y en los que se refirió a la necesidad de acabar con algunas «prohibiciones» que habían creado igual número de «ilegalidades», que tanto hicieron especular a nacionales y extranjeros.
Pero aclaró la postura del Gobierno castrista: «Todos los cambios que tenemos que hacer se harán dentro del socialismo. Y es precisamente el partido, los trabajadores y el pueblo en general quienes tienen que ir al frente de la batalla».
En su intervención ante militantes comunistas reunidos en una asamblea ordinaria, Machado destacó que el partido ha ampliado su papel y sus militantes son más autocríticos que años atrás, pero aseguró que falta mucho por hacer para mejorar su formación «en cuanto a los deberes con la revolución». A su juicio, el trabajo de la formación no puede medirse por la cantidad de sus miembros sino por la «calidad de su quehacer».
Más exigencias
El diario 'Granma' indicó ayer que los militantes discutieron sobre las indisciplinas, -como se conoce en la isla a los daños a los bienes estatales, que va desde tirar una piedra contra un coche como llegar tarde al trabajo, o tirar la basura fuera del contenedor-, los delitos de corrupción, la asistencia a reuniones y la necesidad de reclamar mayor exigencia a los cuadros, mandos de diversos niveles del PCC.
Durante el intercambio de posturas se comentó también las respuestas a las quejas planteadas tras la petición del presidente de expresar abiertamente los problemas de la población y la necesidad de dar solución local a muchos de ellos. Entre los cubanos persisten esperanzas de mejorar algunas condiciones de vida, como la compraventa de coches, o la supresión del permiso de salida para viajar.
El primer vicepresidente cubano, José Ramón Machado Ventura, confirmó lo que muchos medios adelantaron tras el arranque el día 24 de la nueva etapa de la revolución cubana sin Fidel Castro oficialmente al frente: el afianzamiento del Partido Comunista de Cuba (PCC) -el único permitido- como líder de los cambios siempre «dentro del socialismo».
Según el nuevo 'número dos' de la jerarquía isleña y miembro del Buró Político del PCC, los comunistas cubanos deberán enfrentarse a los problemas con trabajo y valentía. «El partido tiene que estar a la vanguardia, dar pasos firmes, y detectar y reconocer las dificultades para entonces solucionarlas», expresó durante una reunión de la formación.
Machado se refirió a los dos discursos pronunciados por el presidente, Raúl Castro, sobre la necesidad de «cambios estructurales», de «trabajo duro» y en los que se refirió a la necesidad de acabar con algunas «prohibiciones» que habían creado igual número de «ilegalidades», que tanto hicieron especular a nacionales y extranjeros.
Pero aclaró la postura del Gobierno castrista: «Todos los cambios que tenemos que hacer se harán dentro del socialismo. Y es precisamente el partido, los trabajadores y el pueblo en general quienes tienen que ir al frente de la batalla».
En su intervención ante militantes comunistas reunidos en una asamblea ordinaria, Machado destacó que el partido ha ampliado su papel y sus militantes son más autocríticos que años atrás, pero aseguró que falta mucho por hacer para mejorar su formación «en cuanto a los deberes con la revolución». A su juicio, el trabajo de la formación no puede medirse por la cantidad de sus miembros sino por la «calidad de su quehacer».
Más exigencias
El diario 'Granma' indicó ayer que los militantes discutieron sobre las indisciplinas, -como se conoce en la isla a los daños a los bienes estatales, que va desde tirar una piedra contra un coche como llegar tarde al trabajo, o tirar la basura fuera del contenedor-, los delitos de corrupción, la asistencia a reuniones y la necesidad de reclamar mayor exigencia a los cuadros, mandos de diversos niveles del PCC.
Durante el intercambio de posturas se comentó también las respuestas a las quejas planteadas tras la petición del presidente de expresar abiertamente los problemas de la población y la necesidad de dar solución local a muchos de ellos. Entre los cubanos persisten esperanzas de mejorar algunas condiciones de vida, como la compraventa de coches, o la supresión del permiso de salida para viajar.
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