miércoles 13 de febrero de 2008 6:00:00/Cuba Encuentro
En el pueblo de Antilla, junto a miembros del Movimiento Cubano Jóvenes por la Democracia, Partido del Pueblo Cubano, la FLAMUR y otras organizaciones, transcurrió esta conversación con Eliécer Consuegra Rivas.
La Alianza ha sumado agrupaciones y personas a su proyecto general, ¿cuáles son sus objetivos?
Hemos intentado aunar esfuerzos prodemocráticos en toda la zona oriental del país, porque, como todos sabemos, es la más desprotegida en muchos órdenes; incluso a través de la historia se ha visto así. La ADO suma movimientos y grupos de oposición en las cinco provincias orientales y en Camagüey. La integran el Movimiento Cubano Jóvenes por la Democracia, varias agencias de prensa, Movimiento Jóvenes de Bayamo. También trabajamos con asociaciones que, aunque no están directamente inscritas en la ADO, colaboran e interactúan en diferentes actividades.
La ADO fue fundada el 16 de febrero de 2004. Había pequeños grupos y organizaciones trabajando de manera dispersa, ya que sus líderes vivían en la capital del país. Lo que hemos hecho es buscar una comunión más cerrada entre todos, sin perder autonomía o nivel de decisión. Esto ha traído encarcelamientos, golpizas y hasta amenazas de muerte a los directivos, incluyendo actos de repudio, registros domiciliarios, confiscación de bibliotecas independientes, detenciones arbitrarias, etcétera.
Todo esto lo hicimos, incluso, antes de los aires de unidad que soplan desde la corriente liberal y de los otros llamados que se acaban de hacer.
Entre los proyectos más importantes están el boletín El Cubano Libre y el Premio a la Dignidad "Carlos Manuel de Céspedes". ¿Hacia dónde miran?
Queremos que la gente del mundo, que está pendiente de la situación cubana, mire más hacia el oriente de la Isla. Ahora mismo, con todo este revuelo de las antenas para ver la televisión extranjera, se ve a todas luces que es un tema capitalino, exclusivamente de La Habana. Los activistas pacíficos de aquí corren el riesgo de venir cargados con radios de onda corta, con bibliografía.
Por eso nace El Cubano Libre, que hoy tiene 14 números, casi un año y medio de existencia. Quisimos que los periodistas, activistas y escritores de esta zona tuvieran un lugar donde escribir, dar el testimonio de lo que están viendo todos los días y poder leerse unos a otros.
Recuerdo que un día acordé con otros miembros celebrar otra vez la Asamblea de Jimaguayú, en los mismos potreros de Camagüey (cosa que impidió la Seguridad del Estado). Buscando el boletín de Céspedes, decidimos ponerle el mismo nombre al nuestro. A esto ha ayudado primordialmente el Grupo Valencia-Solidaria. Con nosotros empezaron Guillermo Llanos Ricardo y su esposa Liannis Meriño Aguilera, que están hoy en el exilio; José Herrera y otros que han sido de gran valía. Nos costó incluso que multaran a un hermano nuestro.
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