Tania Díaz Castro
LA HABANA, febrero (www.cubanet.org) - Dagmar Enkelman es una bonita rubia alemana que visitó La Habana en días pasados para traernos un mensaje y explicarnos por qué se malogró el proyecto socialista de aquella República Democrática Alemana -RDA-, de la cual era diputada.
Hoy, es diputada también, pero del partido La Izquierda, cuarta fuerza política en el Parlamento de la República Federal de Alemania.
Bajo el título La oportunidad de modificar la RDA pasó muy rápido, se publicó el 17 de este mes, en el periódico Juventud Rebelde, una entrevista realizada por el colega Luis Luque Álvarez, una entrevista, repito, que ha sorprendido a muchos, precisamente por el mensaje que la diputada germana nos envía entre comillas.
Señala, entre las causas fundamentales que ocasionaron el derrumbe del socialismo alemán, el hecho de que hubiera tantos jóvenes desvinculados emocionalmente del Estado. Se quejaban de sus problemas económicos, de no poder viajar, de no ser tomados en cuenta para resolver los graves conflictos que afrontaba el país y sobre todo, que la prensa estuviera alejada de esos conflictos.
La diputada Enkelman se ve una persona honesta. Confiesa que ellos, los tres millones de comunistas son los perdedores -hoy sólo son 75 mil-, que para mucha gente en Alemania estaba claro que el sistema no podía seguir en la forma que existía y que si ellos perdieron fue, entre otras razones, porque no tuvieron la oportunidad de modificar el sistema: una oportunidad que pasó muy rápido.
Otras razones que expone en su entrevista tienen también mucha relación con la situación cubana: Los problemas de la RDA no se trataron de modo abierto, franco, existía la falta de participación y sobre todo, tenían el grave problema de la economía: pocos incentivos para su desarrollo, carencia de competencia, muy pocas motivaciones para el rendimiento y la productividad, tanto para las empresas como para los trabajadores.
Por último, señala la diputada, aún de pensamiento izquierdista, que en la RDA había un enmascaramiento de toda su realidad, o sea, y copio textualmente: “A la vista de los extranjeros se trataba de maquillar la situación, de manera que se diera una imagen diferente de lo que existía, una imagen de vitrina”.
La entrevista que ofrece Dagmar Enkelman a la prensa cubana pudiera resultar un verdadero enigma. ¿Fue un mensaje que quiso enviar al régimen? ¡Quién sabe! Lo cierto es que ha suscitado comentarios, incluso entre gente de pueblo. Porque, si por esas razones, las mismas que existen en Cuba, se desplomó el socialismo alemán, ¿quiere decir que el de la isla está en peligro inminente de muerte?
Ni siquiera con el Parlamento renovado -o mejor dicho, más envejecido que antes, de acuerdo al número de ancianos que lo componen- nos salvaremos. El mensaje de Dagmar está super claro.
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