¡El voto unido por la Patria! es uno de los tantos lemas de campaña que están difundiendo los medios de comunicación de la isla, los que están llamando, como siempre, a apoyar a la Revolución, a Fidel y a Raúl Unidad es la palabra de orden que los comisarios están explotando convenientemente, en aras de una elecciones que legitimarán por otros cinco años al gobierno totalitario. Pura politiquería.
Por otra parte, ni una sola palabra sobre el supuesto servicio que pretenden prestar al pueblo los candidatos se aprecia en los mensajes. Ellos no serán servidores, una vez entronizados, sino garantizadores del actual orden de cosas, divorciados de los problemas que se supone deberían enfrentar y erradicar. El vocablo servicio no forma parte del arsenal de los revolucionarios castristas, ni de la ideología con que han envenenado a nuestro pueblo.
¿Dónde, desde su creación, ha erradicado el Poder Popular las reiteradas violaciones que se cometen en las empresas que prestan servicios a la población, por ejemplo, delitos que van en detrimento del bienestar social? Al menos en el municipio capitalino Arroyo Naranjo, éstas siguen siendo cuestiones que prometen perdurar, las miserias contra las que el pueblo lidia día a día con naturalidad kafkiana.
El pasado mes de diciembre dos personas intentaron hacer estallar dos cilindros de gas licuado en el interior del Puesto de Mando de los Trabajadores Sociales del Consejo Popular Güinera, en el citado municipio, porque no progresó una reclamación para que les asignaran un televisor.
El hecho provocó un gran revuelo y la decisión de postergar las entregas hasta el 8 de enero del año en curso. Este reportero tuvo que oír la controversial información voceada en forma descompuesta por la pedagoga y candidata a delegada a la Asamblea Provincial, Victoria Smoll Francis.
Pues bien, llegada la fecha una trabajadora social informó que todavía no retomaban sus labores y espetó que a ellos no los dirigen los delegados ni el Consejo.
Estas personas no se han metido en la piel de quienes soñaban - los pobres- disfrutar las fiestas de fin de año con un televisor. Ni lo harán, porque, a fin de cuentas, el electorado tiene que responder a los designios gubernamentales o se arriesgan a sufrir la represalias del Departamento de Seguridad del Estado, la Policía Nacional Revolucionaria, el Partido Comunista, los Comités de Defensa de la Revolución, etc.
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