Para Pedro Lastra, la OEA es hoy “la vergüenza del continente”. Su inactividad y silencio en la injerencia de Chávez en Colombia, hacen que plantee al próximo Presidente de Venezuela su retiro de un organismo que “no sirve para nada”.
Esta es su columna completa:
¡Vaya esperpento que tenemos en la OEA! No sirve para nada. Todos quienes allí sesionan, disfrutan de sus sueldos de embajadores, pasean a costas de los impuestos que pagan los ciudadanos de sus Estados podrían igual estar sentados en un banco de un parque público de cualquiera de sus capitales: banda de carcamales, viejos ociosos y alcahuetes.
El conflicto armado por Hugo Chávez con Colombia pica y se extiende, las denuncias corren como la pólvora, todos los medios de todos los países del mundo se hacen eco de las barbaridades que pretende cometer el teniente coronel, usando al vecino país como pretexto para evitar el tsunami que se le viene encima y amenaza con arrasar con su gobierno como un deslave de proporciones gigantescas. Y la OEA, como quien oye llover.
Son la vergüenza del continente. Lo dijo incluso César Gaviria, el ex secretario general de la OEA – cuando valía un centavo más de lo que vale ahora – refiriéndose a la insólita movida de declarar beligerantes a las narcoguerrillas colombianas: “es un atentado a la Carta Democrática”. Ninguna cancillería de la región ha reaccionado a esas palabras. Ni siquiera los peruanos, que aplaudieron el “POR QUÉ NO TE CALLAS”.
Cuentas más claras con Hugo Chávez y su contubernio con las FARC-ELN, imposible: 1) alianza estratégica con un movimiento terrorista que dispone de un ejército para secuestrar, violar, torturar y asesinar. 2) Entrega de territorio soberano para facilitarles sus acciones terroristas tanto en territorio colombiano como venezolano. 3) Provisión de dinero, armas y municiones. 4) Complicidad y facilitación en el tráfico de estupefacientes y conversión de territorio venezolano en plataforma de lanzamiento y distribución de la coca producida por los narcotraficantes colombianos con protección y respaldo operativo de las FARC-ELN. Sin hablar del cierre de RCTV, el injusto encarcelamiento y procesamiento de quienes son usados como rehenes de la venganza y el destierro de perseguidos políticos.
Denunciado por las autoridades antinarcóticos, los altos militares del Pentágono y ahora el propio departamento de Justicia. Ingerencia en asuntos internos de otros países, financiamiento de candidaturas presidenciales para comprar alianzas clandestinas. Etc., etc.,etc.
¿No es como para que la OEA hubiera convocado hace ya un buen tiempo a una Asamblea Extraordinaria para estudiar y decidir el caso Hugo Chávez, tal como lo solicitaran los Estados Unidos? ¿Qué esperan? ¿Mediar en un conflicto sangriento cuando los miles y miles de cadáveres estén servidos a las mesas de las cancillerías de la región? Entre tanto, Lula da Silva va a postrarse ante el agónico dictador caribeño, vergüenza de la humanidad, Fidel Castro.
El próximo presidente de Venezuela – que va siendo hora de perfilar –debiera tener entre sus primeras prioridades retirarse de ese antro de la alcahuetería. Va siendo hora.
UN GOBIERNO FORAJIDO
Pedro Lastra
Noticias24
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