Fabián D. Arcos
LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - Como parte de los preparativos para la celebración del VII Congreso de la UNEAC (Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba) se han venido efectuando plenarias por distintas esferas del arte con vista a recoger los criterios y sentimiento de los miembros de la base.
El pasado 15 de octubre se celebró la de los artistas escénicos, y este reportero tuvo acceso a documentos y resúmenes de lo allí discutido, que son una muestra del estado de las artes escénicas dentro de los marcos de la política actual. La reunión fue presidida por Sergio Corrieri, presidente de la Comisión Organizadora del Congreso, algunos vicepresidentes de la UNEAC y de instituciones culturales o relacionadas con ella, y fue conducida por el actor Carlos Padrón, presidente de la Asociación de Artistas Escénicos, que leyó un informe bastante crítico sobre el desempeño de esa organización, enumerando algunos de los problemas que se enfrentan en la actualidad. En las intervenciones el tema de la burocratización fue de los más enconados y como afecta ello la retribución a los actores.
Blanco de las críticas fueron las llamadas “agencias de representación”. El actor Jorge Luis López señaló que “esas agencias sólo existen para cobrar la comisión por nuestro trabajo, no nos defienden.
Cuando un actor trabaja en una coproducción del ICAIC (Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos) con una empresa del exterior, acepta lo que paga el ICAIC y nunca sabe lo que la empresa extranjera pagó por él”. Y aclaró que “funcionarios de ICAIC tienen automóviles del último modelo que compran con nuestro dinero, ¿hasta cuando sufriremos esto?”.
El actor Rolando Núñez significó que esos contratos que les hacen firmar a los actores carecen de validez jurídica, y Jorge Martínez clamó porque se fuera a la raíz con la revisión de esos contratos “ya que son contratos que establecen numerosos deberes y obligaciones para el actor y pocos para la agencia. El trabajo debemos buscárnoslo nosotros, pero la agencia cobra por el trabajo que no nos buscó”.
Y resaltó que “cuando se sale al interior para filmar una película los técnicos y trabajadores del ICAIC gozan de condiciones de las que no disfrutan los actores que no pertenecen a la plantilla de ese organismo”.
Referente a que en el mundo se habla despectivamente de “los miserables actores cubanos” por la remuneración que reciben por su trabajo, el actor Enrique Molina explicó que “eso viene desde la creación de la Escuela Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de San Antonio de los Baños, cuando los actores cubanos aceptaron que los estudiantes de ese centro les pagaran cinco dólares por su participación en los cortos que rodaban, empezamos a faltarnos el respeto nosotros mismos. No podemos quejarnos entonces de que nos califiquen así”.
La vicepresidenta del ICAIC, Ivette Gálvez, puso la nota cómica en la reunión cuando explicó que “el contrato que el actor firma en el ICAIC lleva adosado de manera invariable el pago que por ese actor hace el productor extranjero”.
Calmadas las risas, el actor Jorge Luis López le dijo: “Es mentira lo que usted está planteando, lo que paga el extranjero no se refleja en ningún contrato”, y ratificó todo lo anteriormente dicho por él. Esto motivó que el cómico Ulises Toirac declarara: Ese anexo nunca está en el contrato a la hora de firmarlo.
Como López ha dicho que corre el riesgo de que el ICAIC no lo llamará para filmar otra película, eso a mi no me preocupa, porque nunca me han llamado ni lo harán. Pero que conste, que hay productores del ICAIC que hasta fuentes de agua tienen en las salas de sus casas”.
Otro vicepresidente del ICAIC, Roberto Smith, salió en defensa de su desafortunada colega y se refirió a “la proeza de ese organismo que con las coproducciones mantuvo vivo el cine cubano en lo más crítico del período especial.
No se puede aceptar que el ICAIC no defiende a los actores. Hay que detectar los errores, si los hay. Es una realidad que si existe, hay que verla de frente”.
Los asambleistas, como para no echar más leña en ese fuego, sabiendo que muchas otras situaciones había que plantear pasaron a otros temas acuciantes de la realidad cultural cubana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario