2007-11-21.Raúl Borges Álvarez, Secretario Ejecutivo del Partido Liberal Nacional Cubano
Denuncio una vez más el trato cruel y degradante que la dirección del Gobierno a través de la Dirección General de Contrainteligencia del Ministerio del Interior viene desarrollando contra mi hijo. el prisionero político Ernesto Borges Pérez.
La jefa de área especial de la prisión de alta seguridad de Guanajay, provincia Habana, la teniente Caridad, psicóloga de profesión y al parecer especializada en torturas psicológicas, no le permitió a mi hijo tener comunicación telefónica con su tía madrina quien se encontraba en grave estado y murió dos días después.
Caridad tampoco le permitió efectuar la llamada telefónica que tenía planificada el 9 de noviembre del 2007 con su pequeña hija residente en Canadá, la cual cumplía año ese día.
Esta oficial recientemente conminó a Ernesto a permanecer en silencio y solo dar sus criterios políticos por escrito. Cuando el prisionero se rió ante ella por negar esas llamadas, sonrió con crueldad y dijo que ella no resolvía nada por no ser reeducadora.
El 15 de noviembre del 2007 sostuve una entrevista con la capitana Mirta, del Departamento a Atención a la Ciudadanía de la Dirección General de Prisiones, a la cual le plantee todo lo sucedido con mi hijo en la prisión de Guanajay.
Mirta me contestó que Ernesto, por ser un preso contrarrevolucionario, todo alrededor de él se debía conversar con la Contrainteligencia que atiende su caso, que eran los únicos que podían autorizar cualquier medida en relación a él.
Me preocupa profundamente como se agudizan las medidas deshumanizantes contra mi hijo, aun después de haber cumplido su sanción, por lo cual lo denuncio una vez más ante la opinión pública nacional e internacional.
Misceláneas de Cuba
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