El principal problema de la economía cubana

Luis Cino

LA HABANA, Cuba - octubre (www.cubanet.org) - Desanimó escuchar a
Felipe Pérez Roque. Según el ministro de Relaciones Exteriores el principal
problema que enfrenta la economía cubana es el bloqueo norteamericano.
Lo afirmó en su discurso de la tarde del 4 de octubre, en la Plaza
Ignacio Agramonte de la Universidad de La Habana.

Resultó ominoso volver a oír una vez más, la enésima, acerca de la
culpabilidad en nuestra crisis del “bloqueo imperialista”. Justo ahora
cuando en asambleas convocadas por el Partido Comunista y los CDR, los
cubanos opinan (con más o menos temor) sobre los problemas del país.

De estar en lo cierto Pérez Roque y ser el embargo norteamericano,
reforzado por la Ley Helms-Burton el principal problema de la economía
cubana, se está hablando de más en las asambleas. Posición anterior. Ni un
acta más. Nada podemos hacer. Sólo resistir. Con estoicismo. A pie
firme. Con el cinturón apretado y dándole a los pedales de las bicicletas
chinas. Tal y como hasta ahora. Resistir 50 años más si ninguna futura
administración norteamericana recoge el ramo verde olivo. Verdaderamente
descorazonador.

Nací en Cuba y he vivido en ella durante 50 años. No soy ajeno a las
penurias ocasionadas por el prolongado embargo norteamericano. Pero,
cuando en este justo instante me repiten que el bloqueo es el principal
problema de la economía cubana, es como si me preguntaran que si quiero
que me hagan el cuento de la buena pipa.

Entonces, todos nuestros problemas actuales (incluyendo la falta de
libertades políticas y las violaciones de los derechos humanos) serían
“las consecuencias de la política agresiva de Washington contra la
revolución”. Si a esto se le suma el derrumbe del campo socialista y “las
desigualdades que originó la adopción de métodos económicos capitalistas
para salvaguardar los logros del socialismo”, pues ya está el café.

No, gracias. A estas honduras del desastre, sin subestimar los
negativos efectos del embargo norteamericano en la vida de los cubanos y los 89
mil millones de dólares en perdidas durante 48 años a que alude el
canciller, hay muchas más cosas que discutir y solucionar. Sería más
provechoso que seguir añorando los tiempos del millonario subsidio soviético
o aburrirnos de posar con la honda frente a Goliat.

Hubiera sido más alentador que Pérez Roque, además de condenar el
“bloqueo imperialista” ante los universitarios habaneros, hubiera
lamentado también los desaciertos del monopolio estatal y el súper politizado
control de la economía cubana.

Acaso para el canciller no sean problemas tan graves el burocratismo,
la baja productividad, la corrupción, los bajos salarios, la doble
moneda, el caos financiero, y tantos otros etcéteras económicos y sociales.
Tal vez piense que basta con que se mencionen con prudencia en las
asambleas convocadas por el Partido para que se resuelvan. Como por arte de
magia.

¿Quien lo diría? El canciller no parecía opinar así en noviembre de
2005, cuando a la vera del Comandante, en el Aula Magna de la
Universidad de La Habana, se refirió a los problemas, que más que “el bloqueo
imperialista, podían destruir desde adentro a la revolución”.

¿O es que ya se resolvieron aquellos problemas y nada amenaza la
supervivencia del socialismo más que el bloqueo imperialista? ¿Estará al
tanto Felipe Pérez Roque, en medio de tantos viajes y ajetreos diplomáticos
de las cosas que plantean ahora mismo sus compatriotas en las
asambleas que convocó el Partido?