12/22/2011

Carta al Exilio Cubano y a la Comunidad Internacional.



A toda Persona de Buena Voluntad.



Durante meses he dejado de escribir o publicar en algunos sitios de Internet para concentrarme o lograr un mejor trabajo a favor de las personas que al igual que yo, convivimos con VIH/SIDA en Cuba. Un trabajo realmente esperanzador para quienes se sienten identificados con nosotros.

Durante años hemos trabajado, aliviando las necesidades y carencias económicas. Al igual que el déficit de medicamento existente en la isla. Labor, que no solo devuelve al rostro de muchos una sonrisa sino, que desprende de lo más profundo de su ser la palabra Gracias. El acompañamiento y la asesoría jurídica por parte de los abogados que de forma permanente nos ayudan en nuestra noble labor y la visita a familiares de reclusos enfermos con VIH/SIDA, si quisiéramos continuar hablando de nuestro trabajo vale la pena mencionar el acompañamiento a niños huérfanos de padres fallecidos a consecuencia de esta enfermedad o las visitas a familias con hijos seropositivos.

Durante años el gobierno cubano ha usado a las personas con VIH/SIDA como una bandera política al igual que el sistema de salud. Mientras las arcas presidenciales reciben cuantiosas sumas para supuestas campañas de fantasmales Organizaciones no Gubernamentales existentes en la isla, la realidad que viven las personas con VIH/SIDA es otra.

Las personas con VIH/SIDA en Cuba a pesar que para el mundo todas sus necesidades son garantizadas, enfrentan las mayores adversidades. La carencia de alimentos ricos en proteínas, necesarios para lograr una mejor alimentación y calidad de vida, la falta de productos lácteos o jugos para acompañar los tratamientos antirretrovirales, la falta de medicamentos como Vitaminas y minerales y de tratamientos novedosos para el control y la disminución de la virulencia, la pésima asistencia médica o los tratos diferenciados que refuerzan el estigma dentro del sistema de salud cubano.

Hay mucho de que seguir hablando,aunque algunos prefieren callar a conveniencia de pequeños favores, pongamos fin al silencio del que tantas organizaciones, asociaciones e instituciones conocen al detalle. Cuba mantiene cifras estadísticas que no pueden ser comparadas con las de ningún otro país del mundo teniendo en cuenta su población, reconozco que somos un pequeño país pero también he de reconocer que exhibimos la más alta cifra de contagios por el VIH desde los comienzos del virus en Cuba. Cifras a las cuales no hemos tenido durante el presente año acceso alguno, ya que al parecer también son secretos de estado.

Cuando escribo esta carta pienso en los que me acompañaron en prisión, recuerdo los días grises que pasamos juntos. Por eso no se me puede olvidar mencionarles que mi país, un país supuestamente democrático tiene confinado a mas de 500 reclusos con VIH/SIDA, repartidos en cinco pésimos establecimientos penitenciarios ubicados en diferentes provincias, tampoco es menos cierto la realidad que viven a diario tras las rejas, no escapando de oscuras y frías celdas de castigo a las que se les puede sumar el doble de las carencias que viven los que no están en prisión.

Los reos con VIH/SIDA en su inmensa mayoría han tenido como principal vía de infección la auto inoculación, verdadero suicidio del que la Dirección Nacional de Establecimientos Penitenciarios se hace cómplice conjunto a las autoridades sanitarias de la Isla. La auto inoculación de estos reclusos percibe la rebaja de grandes condenas, la salida por licencia extrapenal y algunas mejoras en el tratamiento a reos,objetivos que no siempre son logrados. Es conocimiento del mundo democrático las veces en que hacemos llamamientos al cese de las violaciones de los derechos humanos aplicados al VIH/SIDA por parte del gobierno cubano, hemos denunciado las golpizas, las auto agresiones que los reos se hacen a diario a forma de protesta y los intentos de suicidio por el estrés psicológico al que son sometidos. Cuba no es un país que brilla con luz propia, pero si cada cubano y ciudadanos universal lo decidiera, la luz se tornaría segadora y enmudecería a quienes se han jactado de publicar tanta mentira.

La carta que hoy está circulando no es para echarla a un lado o mucho menos para engavetarla, durante estos días he hecho un llamamiento a amigos exiliados pidiéndoles casi de favor la contribución para ayudar a personas como estas y a otras que deambulan en nuestras calles, para que todos tuvieran al alcance una cena por Navidad y año nuevo, un abrigo para aliviarles el invierno o algo de aseo personal que les alivie las necesidades básicas del cubano. La respuesta que he recibido de muchos es que no están para ayudar a la labor social en Cuba, otros me responden con un silencio que ya es costumbre, mientras que otros me contestan que la ayuda es para organizaciones políticas y que no poseen fondos para cosas como estas. Solo algunos amigos quisieron ayudar y echar a andar este proyecto, a todos ellos gracias, no quiero decir sus nombres por temor a que se me olvide alguno pero ustedes si saben que se los agradezco.

Estoy consciente que mi país necesita cambios, de los cuales todos somos protagonistas, se que cada uno de nosotros tiene una página de historia. Hermanos todos, unos tenemos el valor de salir a la calle a gritar consignas en contra del régimen, otros son capaces de recibir golpizas y sufrir encierros, otros caminan y reparten literatura sin censura, los felicito, porque no estamos haciendo nada que no pueda ser recompensado con la Libertad.

Ahora ¿si existen tantos cubanos comprometidos con esta causa, no puede haber unos pocos que también se comprometan con acompañar a aquellos que sufren? ¿Acaso debemos de olvidar al igual que el ilegitimo gobierno de Cuba a los hambrientos, a los enfermos y a cuantos están sumergidos en una miseria total? Hay mucho para seguir haciendo y usted puede contribuir de disimiles manera.

La Liga Cubana Contra el SIDA, no está pidiendo nada a nadie, simplemente está reclamando el espacio que en la sociedad civil cubana le corresponde, no somos políticos, pero al igual que todos percibimos una Cuba mejor. Este es nuestro aporte a la democracia en Cuba, ¿es que acaso el trabajo que hacemos solamente pueden hacerlo desde los niveles gubernamentales? Si usted es de los que tiene este criterio, está equivocado. La responsabilidad es de todos y si usted decide ayudar a personas como estas le estas dando cumplimiento a una de las siete bienaventuranzas de Jesucristo.

La Cuba suya y mía puede ser mejor, si entre todos lo decidimos. El trabajo con las personas con VIH/SIDA es noble labor que me entrega la oportunidad de interactuar con personas que desconocen sus verdaderos derechos civiles, políticos y económicos, me permite educarlos y entregarles herramientas para defenderse de quienes tratan de aplastarles como míseros roedores.

Es el momento de decidir a favor de la vida y no de un grupo o de otro, la nación que hoy se levanta nos contempla y nos dará el mejor de los reconocimientos y este reconocimiento no puede ser otros, que ser declarados hijos ilustres de una nación que nunca olvido en los momentos más difíciles a los más desposeídos.

Por una Cuba Democrática,con igualdad para todos y por que se aparte de nuestras bocas, en el nuevo año, la palabra NO.

Ignacio Estrada Cepero.

Director Ejecutivo.

Liga Cubana Contra el SIDA


estradacepero@yahoo.es

ligacubanacontraelsida@gmail.com

Teléfono: (53) 5317 3339





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