Es cierto que en el vuelo que en la vida desandas te encuentras con gente de todo tipo, muchos congenian contigo, otros de la primera no te soportan, y a ti te sucede lo mismo, en ocasiones es inexplicable tales acciones, pero son una realidad a enfrentar día a día, en el trabajo, en la comunidad donde vives, en los círculos de estudio o en la propia familia. Ser antipático para los demás tiene diferentes y pretenciosos motivos, que van desde el carácter, personalidad, inquietudes, comportamiento social, sentimientos, enajenaciones, frustraciones……………. y otras y otras.
Producto de mis reflexiones que bien se que no son exactas y mucho menos perfectas, me dediqué a concretar el hecho de cómo saber tratar o vivir con la antipatía de mí hacia otros y viceversa. En el análisis autocrítico y sincero me hallé en el calvario de reconocer uno a uno mis errores, sin justificaciones es algo difícil, así como comprender en qué se equivocaron los demás, pero lo intenté, y en la medida que transitaba por el desahogo que me produjo caminar hacia el interior del yo, me di cuenta que no todo es culpa nuestra, no al menos en un 100%.
Pero al final hemos vivido entre ellos por siglos, y por siglos existirán, muchas veces el contagio te lleva a enfermarte a punto de morir, que te salves o no, depende de ti.
Muchas veces te encuentras con quienes mienten sin mucho esfuerzo, este tipo de personajes poseen una gran habilidad para persuadirte y manipular el momento en que escenifican sus teorías o afirmaciones a fin de conseguir convencerte de que tienen la razón, quiero aclarar que cuando no se es un profesional en la sicología hablar de estos temas te resulta más difícil. Continuando, te das cuenta que te van acorralando en la disyuntiva de creerle o simplemente callar ante la ciencia ficción que te exponen, pero cuando pasa el tiempo y descubres las irregularidades de este mal actor, el desengaño te abruma y disgusta. Manifestaciones hay de todo tipo, pero la mentira es una constante en todas ellas.
Citemos un ejemplo de la vida real, tengo un “amigo” que se la pasa rectificándote a cada minuto con su altanería burguesa cuál es tu origen , ese origen pobre que muchos en este mundo nos toca, es calificativo verlo delante de ti haciendo gala cuánto conoce de vino, de football, o de moda, y no es que yo no conozca , pero para este tipo de “amigos” tu conocimiento no vale, tú siempre serás lo mismo aunque te superes, aunque seas un profesional en algunas materias, aunque en algunos temas sepas más que él y de hecho es un error gravísimo hacérselo saber, y más aun demostrárselo, lo peor es que nunca ven que son más pobre que tú, de alma. Esta especie es la homus burguesus.
Hace pocos días comprendí que pertenecen a una tribu que sorprende la manera moderna y hasta “tecnológica” que tienen para hacerte adoptivo al grupo, poseen los avales más absurdos dentro de la historia de los ya miserables que les estoy hablando, esta especie, fuera de serie, provoca al principio que le conoces, un escudo protector que los hace inmune a la sensibilidad humana y casi siempre abusan de su condición de ser viejos líderes dentro del medio que se desenvuelven, fanfarrones que en su momento se disfrazan de oveja senil, siendo exactamente un lobo, también senil. Señores, sin ofender la caballerosidad, que se dedican a promulgar virtudes que no poseen y utilizan causas nobles para elevar su ego y su demagogia, es himno de un ritual hipócrita que penosamente engaña en los comienzos, y que tarde pero no demasiado tarde, me convencen de solo ser unos estúpidos dignos de pena.
Cuando por razones ya deducibles en este comentario, le replicas que esta fuera de frecuencia su actitud, te acuñan un diploma de antipático de última generación con residuos de una civilización ya a punto de extinguirse, esa que prefiere ser sincera y justa, así que soy un antipático graduado y premiado.
Diferentes especies existen en la actualidad, la homus plásticus, la homus traidoreus, la homus idiotaus, la homus HPutus. Algunos dirigentes de países, presidentes, jefes de estado, jefes de todo tipo, pertenecen a la tribu selvática, homus dictadorius, que es una aleación entre la homus politiquius y la homus ladronius muy conocida desde los inicios de la tierra. Pero centrémonos ahora en, la homus antipatius.
En la cotidianidad también te tropiezas con los que poseen un doble moral,”haz lo que yo digo y no lo que yo hago”, son la especie mas común entre los aduladores y autosuficientes que te rodean, son los humus autosuficietus, al menos quien lea estas líneas debe conocer alguno, este tipo de virus llega casi siempre no porque uno lo escoge, sino es el amigo del amigo de la amiga de……………., y llega a rozar contigo por situaciones de intereses propios, ya sea una fiesta, ya sea por pertenecer a una sociedad o club deportivo, o simplemente por ser el anfitrión de cualquier otra gestión.
El hecho es que los antipáticos usan su personalidad como punto de referencia para en el caso de que no te adoctrines o confabules con su método ingerente y totalitario, otorgarte también la medalla de la antipatía, o sea más claro, si no eres tan antipático como ellos, sencillamente eres también un antipático.
Mi antipatía antifidelista y antirrevolucionaria se enriquece de minuto en minuto, eso para el régimen militar que se impone en Cuba, te encuadra en la humus antipatius –anticastrus, pero de esa muchos son los que la integran y de verdad que no caen nada mal, y por el contrario son dignos de imitar y seguir. Hay quienes no comprenden a cabalidad nuestras intenciones, ni nuestras razones, así que tendremos que aprender a soportarnos. Por ello no toda en la vida es color rosa, en este mundo hay espacio para todos, aunque no todos conozcan su espacio.
Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario