Quiero denunciar que el jueves 11 de noviembre, mi esposo fue contactado por un oficial de la Seguridad del Estado en su trabajo, a esto es a lo que se dedica el gobierno cubano a perseguir a personas trabajadoras y molestarlos en su horario de trabajo, sin tener problemas.
También a confiscarle su privacidad y molestar por el celular sin estar autorizado a llamar al número telefónico a toda hora y en todo momento gastándole el dinero.
Quiero expresar que mi esposo no es mi padre, ni me tiene que decir que es lo que tengo que hacer, ni por eso no soy ladrona, corrupta, ni delincuente. No lo busquen a él, búsquenme a mí, que soy la que pienso y actúo según estimo.
No hay una ley que diga dónde no puedo visitar a personas conocidas mías, por ser disidentes. Lo que tienen que hacer es dejarme tranquila y siempre oraré por: Mi Patria, la paz y la justicia, los pobres y los necesitados, los emigrantes, los presos y las familias. Esta es mi consigna frente a Dios.
Ciudad de La Habana, 24 de noviembre de 2010.
De la mesa de trabajo de Martha Beatriz Roque Cabello
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