El elixir del poder lo tiene delirando

Julio Beltrán iglesias

Agencia Librea Asociadas (ALAS)

Es triste ver como los cubanos seguimos siendo renegados en nuestra nación a ciudadanos de segunda clase sin derechos alguno, ya que al ¨presidente¨ existente no le interesa dar la cara a los problemas reales, solo tomar medidas drásticas, contra las personas que exigen cambios democrático y al antiquísimo ex presidente, solo hablar de guerras que pueden ocurrir en el lejano medio oriente como si fuese un profeta, pero a ninguno de los dos dictadores, ni a su elenco octogenario le interesa el bienestar de los cubanos.

Es doloroso ver como el anciano y demente Compañero Fidel, el cual ya no es presidente, se antoja de decir unas cuantas barbaridades y toda su camarilla le prepara el escenario, que clase de discursito este señor le ofreció a la juventud cubana a las 7 y 30 de la mañana, habría que preguntarse por que no le hablo a los jóvenes de la actualidad cubana, del futuro incierto que a toda la juventud le espera en nuestro país, o de otros temas de real interés para la juventud.

Al parece este ex presidente y profeta de pacotilla más bien está incitando a una guerra en los lejanos países orientales con sus tantas reflexiones sobre hechos que no han ocurrido, ¿será seguro que él quiere predecir estos acontecimientos? O el elixir del poder lo tiene delirando.

¿Por qué no invita a subir al escenario a su hermanito para que le hable al pueblo? ¿Por qué no le cuenta al pueblo de los miles de desempleados que existen en Cuba? ¿Por qué no le dan soluciones a la dualidad de la moneda? ¿Qué hará con toda la juventud que se gradué de una carrera universitaria o técnica en el país? ¿Porque el cubano no puede salir del país a vacacionar como lo hacen tantas personas en el mundo?

Cuantos porque que al la juventud le gustaría saber su respuesta, para reunirlos y hablarles sobre una guerra nuclear que pudiese ocurrir, como si la adolescencia cubana tuviese en sus manos el poder de detener la virtual guerra.

La única guerra que en realidad puede desatar y detener la juventud cubana pues es la que se le avecina a esta octogenaria cúpula de militares que gobiernan en nuestro país, la guerra de los sin poder, exigiendo una Cuba democrática.