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En la mirilla del G-2
CIEGO DE ÁVILA, Cuba, 3 de mayo (Tico Morales / www.cubanet.org) - El poblado Bocanasa, en el municipio Primero de Enero, en esta provincia, dio la nota discordante en las elecciones efectuadas el 25 de abril, debido a que en él todas las boletas fueron anuladas, lo que provocó la presencia en el lugar de agentes de la Seguridad del Estado.
Según se conoció de inmediato, el Partido Comunista y el Poder Popular pasaron del asombro a la alarma, mientras que la policía política calificó el hecho como un sabotaje a la revolución, por lo que los habitantes del pueblo están bajo investigación. "Aquí tiene que estar oculta la mano del enemigo" - dijo uno de los agentes.
Pedradas por no votar
CIEGO DE ÁVILA, Cuba, 3 de mayo (Tico Morales, APLA / www.cubanet.org) - "Querían que votara" –dijo a este reportero un anciano visiblemente asustado, quien agregó: “He vivido toda mi vida en el campo, antes y después del 59, y nunca ocurrió nada igual. Antes, si no votabas no pasaba nada, y mucho menos si no andabas metido en política, y después, bueno, con la revolución he tenido que votar bastante y nada he resuelto".
Jesús Ortega, de 67 años, vio romperse la tranquilidad de su hogar desde que decidió no votar el pasado 25 de abril. Ortega vive en la cooperativa agropecuaria Mártires de Granma, del municipio avileño Ciro Redondo, y después de las elecciones le quitaron la yunta de bueyes con la que trabajaba, varias herramientas de trabajo, y fue separado de su centro laboral. Desde entonces su vivienda es apedreada en las noches por personas desconocidas
El voto de los atrevidos
Francisco Chaviano González
LA HABANA, Cuba, mayo (www.cubanet.org) – Como un verdadero desafío a la tiranía se considera el hecho de que 460 mil 173 cubanos se negaron a asistir a las urnas, según el reporte del diario Granma el día 27 de abril. De ellos, los que no son disidentes reconocidos, tuvieron que decir no a cuanto inquisidor fue a buscarle a su casa, ya fuera un miembro del colegio electoral, una delegación del partido o el jefe del sector de la policía.
Según el periódico Granma, otro 8,91% anuló la boleta, lo que significa que 772 mil 155 ciudadanos se atrevieron a hacerlo; bien fuera poniendo consignas antigubernamentales en las cédulas o simplemente dejándolas en blanco. Es menester resaltar que el miedo infundido en la población es tan grande, que sólo un pequeño por ciento de los desafectos al régimen se atreve a dar este paso, pues todos temen que exista algún equipo de observación instalado en la caseta de votación. Para que se tenga una idea del terror, doy fe de que algunos activistas opositores me han contado que la primera vez que anularon el voto les temblaron las piernas, y confieso a mi me pasó, en la década 80.
Por último, es menester aclarar que estos datos no son confiables, pues provienen de un gobierno que nos tiene acostumbrados a darnos información falsa y distorsionada. Los jueces y funcionarios encargados de observar y arbitrar, acatan sin chistar las órdenes superiores, para no perder sus privilegios. El hecho de que el gobierno rechace enfáticamente la presencia de observadores extranjeros, índica sus malos manejos y el temor a que la presencia de estos observadores de confianza y valor al pueblo para expresarse libremente; lo cual podría cambiar grandemente estas cifras.
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