
En estos momentos el problema que amenaza con la total desestabilización del gobierno dictatorial cubano, es la aceleración de la descomposición social, que se manifiesta en disímiles formas, pero todas ellas, producto de la acumulación de necesidades materiales y espirituales. Es por eso que se puede afirmar que una parte considerable de la población cubana no vive, sólo subsiste.
La mayoría de las personas que forman la sociedad civil en el país, tienen un alto grado de desesperanza, porque no se vislumbra un futuro estabilizador.
El invierno que ha azotado el país, -aunque el Instituto de Meteorología haya tratado de minimizarlo haciendo comparaciones con otros años- ha sido cruel con una gran parte de la población, desprovista de cobija y algunos hasta de techo. Hay personas que carecen de abrigos, en particular la situación de los ancianos y los niños, es preocupante. De igual forma si en los hospitales, abastecidos por el Estado todopoderoso, se escasea de sábanas y frazadas para taparse ¿cuál será la situación de la gran mayoría de los hogares cubanos?
Un té caliente, debe hacerse con yerbas sembradas en cada casa, algunas hasta en macetas y latas. El chocolate con leche, que bien viene para estimular el cuerpo con el frío, es una bebida “muy lujosa y costosa” para la mayoría de la población.
Ya que se menciona la palabra leche, a pesar de la maravilla que se le ocurrió a Raúl Castro de entregarla directamente –de la vaca a las bodegas y puntos de venta- y de la propaganda positiva que han hecho con esta “solución”; la prensa oficial anunció que los bebés que hasta un año, 11 meses y 29 días recibían leche evaporada, se les sustituirá por leche entera en polvo, a partir de enero; estos niños, que presentan problemas digestivos, de asimilación de la leche, si sus padres quieren mantenerle la dieta, deberán pagar, en el mercado de divisas, 1.20 cuc (peso cubano convertible), por una lata de leche evaporada. También a las personas con dieta de leche en polvo descremada (entre ellas los diabéticos) se les entregará leche entera en polvo, agregando que esta decisión cuenta con la evaluación y aprobación de Salud Pública. Es como decir con mucho desprecio hacia los enfermos ¿qué importancia tiene una raya más al tigre?
Otro renglón deficitario es el pan. En venta libre, al menos en Ciudad Habana, se pueden adquirir diferentes tipos de pan con moneda nacional, que oscilan entre 3 y 10 pesos. En estos días, las colas en las panaderías se hacen notar, al igual que el desencanto de las personas cuando se acaba el pan antes de llegar su turno, porque tendrán que esperar a que “saquen” de nuevo. A veces la demora en la cola es de varias horas.
Pero el pueblo siente estas presiones e indiscutiblemente las suma a las que ya venía padeciendo. Es por eso que las ilegalidades ocurren en el día a día, pocas personas piensan en no cometerlas, porque no hay otra forma de vivir. El propio gobierno ha hecho que haya que recurrir a estas situaciones. Las actividades ilícitas son parte de la vida cotidiana.
Y estos contrastes en la forma de vida, han traído como consecuencia la profundización en las clases sociales, que se puede constatar en la vida cotidiana, en el barrio y en los diferentes municipios del país. Las diferencias económicas son enormemente visibles.
Un gobierno que habló de justicia social, y dentro de su propio desarrollo ha creado la injusticia. Son muchas las personas que no quieren tener vínculo laboral para poder “buscarse la vida” con cualquier “tipo de invento”, aunque el oficialismo muestre cifras ínfimas de desocupados. ¿Dónde están los bienes que produce esa Población Económicamente Activa que trabaja casi en su totalidad?
¿Quién es el que acude a las tiendas de divisas? ¿Quién puede comer en los restaurantes que se pagan en cuc? ¿Quién puede disfrutar de unas vacaciones en la playa? Indiscutiblemente no es el cubano de a pie.
Cuantos trabajadores y jubilados que combatieron en Angola y otros países (algunos de ellos mutilados de guerra), miran con tristeza sus vidas y las comparan con los actuales internacionalistas: médicos, paramédicos, maestros, entrenadores deportivos, etc., que producto de sus misiones logran alcanzar un mejor nivel de vida.
Pero no sólo están las necesidades materiales insatisfechas que van incrementándose, también las espirituales, que se hacen más marcadas en la juventud.
Si bien es cierto que siempre los abuelos se asombran de las cosas de los nietos, que no son ni parecidas a las de su época, el problema generacional actual, sobrepasa esos límites acostumbrados de diferencias entre viejos y “nuevos”.
Los jóvenes actuales practican costumbres que van contra la ética y ni siquiera se tratan de corregir. Palabras obscenas, formas inadecuadas de vestirse, en cualquier esnobismo de lo mal hecho. Y qué decir de los ruidos, la música, las peleas a gritos entre familiares. Es como si hubiera surgido una epidemia de hablar en alta voz y con un número considerable de palabras obscenas. Es una generación de sordos.
¡Claro!, es la manifestación popular de lo que el gobierno ha enseñado con sus mítines de repudio, en el año 80 y en la actualidad. Es todo una escuela anti social.
Es por esto y mucho más, que la descomposición de la sociedad, se ha convertido en un grave inconveniente para la dictadura, sobre todo su forma más dura de mostrarse, que es el problema generacional.
Cuba esta llena de personas que han perdido el motivo de ser de sus vidas, pero peor aún es el hecho de que no tienen esperanza de encontrarlo
Ciudad de La Habana, 12 de enero de 2010.
No hay comentarios:
Publicar un comentario