12/14/2009

El cliché del totalitarismo

Por: Martha Beatriz Roque Cabello

Una Directora de escuela primaria, en Santa Clara, Villa Clara, paró en el matutino a una veintena de niños frente a todos sus condiscípulos, porque habían llegado tarde. Copia de lo que se hace en los colegios en la capital y que ha traído como consecuencia que los alumnos pierdan la vergüenza, ya que ellos no son responsables de la hora a la que sus padres los conducen al plantel educacional.

Una madre santaclareña, cuyo hijo estuvo afectado, fue a visitar a la Directora y le preguntó: “¿Por qué usted no averigua primero si los niños desayunaron?, el mío no lo hizo y llegó tarde porque su padre había tenido que esperar que abriera un quiosco en moneda nacional, para comprarle un refresco para el desayuno y la merienda, porque como ya tiene más de 7 años no le dan leche”.

Sí, “dan”, esta es la palabra que se utiliza para referirse a la cuota de racionamiento. Se oye decir: “Vino tal cosa a la bodega”, “Están dando los huevos”, etc., es un lenguaje totalmente prostituido del que el cubano ha hecho una costumbre, una forma que ha introducido la dictadura en la vida diaria del pueblo, para que tenga que agradecerle su supuesto paternalismo de Estado.

Se puede afirmar que la estructura social está estereotipada, hay una concepción aceptada por todos de cómo hacer, decir e incluso gesticular. Es una especie de repetición inmotivada, automática e inadaptada al uso de palabras, movimientos o actitudes.

La pregunta de rigor, que le hace un comentarista deportivo a un deportista que ha obtenido una medalla en algún evento, es la siguiente: ¿A quién le dedicas este triunfo? La respuesta esperada: “Al comandante en Jefe”, mientras que no diga esto le está preguntando ¿Y a quién más?

Los dirigentes para hablar utilizan las mismas palabras, entre ellas no puede faltar: “Por culpa del embargo….”, al que se refieren como “el bloqueo criminal al pueblo cubano”.

También la palabra contundente es muy usada para decir: Respuesta contundente, victoria contundente, etc. De ella abusa la prensa escrita y la televisiva. El proceso de resentencia de los cinco espías en Miami, ha sido calificado como: “Contundente derrota del imperialismo”. Por cierto que ninguno de los presos políticos cubanos puede pensar, ni siquiera por un segundo, en una resentencia.

El pueblo ha quedado más que acostumbrado a que cuando ocurre un suceso que el gobierno se ve obligado a difundir, porque ha caminado de boca en boca, la noticia asevera: “Se investigan los hechos y se informará a la población cuando se conozcan los resultados”. Hay que esperar sentado, porque al parecer los peritos no llegan a ninguna conclusión, porque más nunca se habla del hecho.

Muy recientemente, los medios anunciaron: “El Buró Político acordó liberar del cargo de presidente del ICRT al compañero Ernesto López Domínguez, quien durante once años se desempeñó en esa responsabilidad y será designado a cumplir nuevas tareas”. Esta nota informativa es propia de cada vez que cae la cabeza de un dirigente. Ni un reconocimiento, en este caso particular a un hombre que estuvo 11 años en el poder, el pueblo entiende que es una forma de decir: “Lo defenestraron y estará en plan pijama algún tiempo, hasta que se acuerden”.

Todavía están frescas en la memoria las cartas de Carlos Lage Dávila y Felipe Pérez Roque, renunciando a sus cargos y amando siempre la Revolución, a Fidel y a Raúl. Eran como si sobre un soporte material se hubiera grabado el texto y corridos los párrafos para darle algunos visos de diferencias. Si verdaderamente las escribieron ellos no hay dudas que están dentro del estereotipo.

Algo que causa mucha indignación en las personas, son las entrevistas a los jóvenes y a los niños, particularmente en el Noticiero Nacional de la Televisión. El pasado 10 de diciembre se llevó a cabo un acto por el día de los Derechos Humanos, en el que participaron alumnos de la enseñanza media. Todos respondían lo mismo, pero era evidente que ninguno había leído la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En estos casos, se puede quitar la voz del que habla y poner cualquier otra, los gestos, la entonación, todo sería exactamente igual.

Así pasa con las repuestas que dan los Delegados del Poder Popular a los problemas de vivienda que se le plantean. Algunos de los sucesos narrados por la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios, sobre la difícil situación de las casas que tienen numerosos cubanos, tienen la respuesta dada por este personaje oscuro, que tiene menos valor que un cero a la izquierda. No importa en que lugar del país se haya producido el suceso, el lenguaje que utilizan para decir que no hay solución, es el mismo. Es que para decir la misma mentira hay que ponerse de acuerdo.

Si se analiza detenidamente la sociedad, lo que acontece diariamente, hasta el actuar de la policía política con la oposición, que se quedó estancado en las clases de la antigua KGB soviética (Comité Estatal de la Seguridad), se puede afirmar que existe un cliché totalitarista.

Ciudad de La Habana, 14 de diciembre de 2009.

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