Por Jorge Alberto Liriano Linares, prisionero político desde la prisión dicta los textos. Magaly Norvis Otero Suárez de Hablemos Press se encarga de transcribirlos.
Camagüey, 1 de noviembre. —Las autoridades penitenciarias al servicio del régimen cubano en la prisión provisional Cerámica Roja, extienden sus actos aterrorizando familias campesinas.
Los hechos sucedieron en la localidad de Esmeralda, resultando lesionados con la vandálica acción mujeres y niños, causando a su vez perdidas a la economía nacional.
Los acusados Daniel Pérez Romeros y Jorge Santiago López, víctimas del crimen concedieron su testimonio a este reportero.
En la media noche del pasado 8 de octubre mientras cuidaban el ganado vacuno puesto bajo su custodia en la vaquería Rabal Pastoreo, ubicada en las inmediaciones del poblado de Esmeralda, fueron asaltados por los que en aquel momento suponían que fueran forajidos que venía a llevases las vacas y los caballos.
“No se identificaron al no ser con los golpes de los palos que portaban y que agremian golpeándolo”, recordó Jorge Santiago.
A Daniel le fracturaron el cráneo y las costillas quedando tendido en el suelo mientras que yo recibía lesiones en la cara. Me sacaron un diente. Me fracturaron el brazo derecho y una costilla.
Según cuentan también resultaron lesionadas las ciudadanas Eldris Torres Martín y Aimará Pérez Torres, madre de un niño “de 2 años que le fue arrancado de sus brazos y lanzado sobre una cama”. El menor de edad “se nombra Kendy Reinel Pérez Pérez que aun se encuentra hospitalizado” junto a una niña de 13 años que también resulto lesionada.
“Los esbirros uniformados volcaron la leche, rompieron las vasijas, platos y ollas. El odio febril sé percibía en sus rostros aun sin satisfacer sus deseos sanguinarios y criminales soltaron el ganado que en estampida paso por encima a terneros más débiles causando la muerte de 5 de estos animales”, recordó el campesino.
Conducido a la unidad de la policía nacional Revolucionaria en Esmeralda conocieron entonces que la acción terrorista fue ejecutada por funcionarios de la prisión Cerámica Roja que buscaban los prófugos que se evadieron de esa prisión el pasado 28 de septiembre y que aun no han sido capturados
Según aseguran Daniel y Jorge quienes recién acaban de ingresar a esta prisión acusados injusta y arbitrariamente de atentado, resistencia, y desacato, la criminal acción contra ellos y su familia fue dirigido por el mayor Juan Carlos Cruz Guillen, actual jefe de esta prisión y lograron reconocer al sub oficial Enrique Sayas Vento, jefe de orden interior y su segundo el sub oficial Israel Sardiña como sus vandálicos agresores.
Sus familiares establecieron la queja antes la atención a la ciudadanía en la Delegación Provincial del Ministerio del Interior y dirigieron demandas ante la Teniente Coronel Walkiria, jefa del Departamento de Atención a la Ciudadanía de la Dirección Nacional del Ministerio. El caso fue puesto también en consideración por la Fiscalía Civil y la Fiscalía Militar de la región de Camagüey resultando infructuosas todas las quejas y denuncias establecidas.
Los bandidos uniformados que violaron la tranquilidad ciudadana, creando el caos y el terror a una humilde familia campesina continúan en sus puestos gozando de total impunidad, dispuestos a continuar cometiendo nuevos y más horrendos crímenes dentro y fuera de esta prisión.
Sicarios a sueldos del régimen que los encubren y les conceden autoridad para cometer todo tipo de criminales acciones y hechos vandálicos, asesinatos continúan en sus puestos asechando nuevas víctimas. Mientras los lesionados a los que se les violaron todos sus derechos tendrán que enfrentar cargos de un delito que no cometieron y que solo cumplen el objetivo de encubrir el crimen.
La barbarie de un sistema social plagado de corrupción, desigualdad, represión y muchas injusticias aun continúa golpeando a campesinos humildes.
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