Por : Guillermo Ordoñes Lisiamos, Movimiento de Resistencia Civil
La Habana, 9 de septiembre - Ayer la tristeza visitó a la profundidad el corazón de muchos cubanos, que bajo represión, asedio y vigilancia férrea, reclaman para sus vidas el significado de la palabra libertad y democracia.
Que imagen tan desoladora, la de la Caridad del Cobre patrona de Cuba, que distante de su pueblo, que viéndola peregrinar entre ojos militares que no pudieron dar rienda suelta a su verdadero sentir, a su verdadera fe.
Quien puede creer en la religiosidad de un pueblo que por más de 30 años tuvo que ocultar su religión. No hubo una sola esquina que no estuviera la policía política, asechando cada paso a los que acompañaron la virgen cristiana para los católicos.
Que hace la Caridad del Cobre, madre de las aguas dulces, dueña del oro para los Yorubas, que no hubo un corazón que no pidiera entre estos religiosos, que se hermanan una vez al año, desenvolvimiento, estabilidad en lo económico, salud. En estos momentos un pueblo lleno de epidemias, libertad para la cantidad incalculable de presos de tantas familias.
Como es posible que los que reprimen por orden a los que pensamos diferentes no respeten la cubanidad de los que se acogen a su mandato. Un pueblo que acepta históricamente tantas vicisitudes debe ser respetado aunque sea este día del año.
Acaso los esclavos de las dotaciones en los tantos años de las colonias no gozaba de un día de libertad religiosa. Yo ya no se que pasa en casa ¿usted sabe?
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