Santísima Virgen María de la Merced, madre de los pobres y modelo de los que sufren persecución por amor y fidelidad a la iglesia, escucha nuestras humildes súplicas por la iglesia perseguida y por nuestros hermanos pobres a fin de que no sólo no desmayen en la lucha, ni vacilen en la fe, sino que experimenten los consuelos que reservas a los que perseveran fieles a las enseñanzas del Evangelio.
Concédenos, madre, un corazón generosos para saber perdonar y para poder trabajar con firmeza y perseverancia en la construcción de una civilización nueva donde sea posible vivir con alegría sirviéndonos mutuamente y amándonos como Jesús nos amó.
Amén.
Concédenos, madre, un corazón generosos para saber perdonar y para poder trabajar con firmeza y perseverancia en la construcción de una civilización nueva donde sea posible vivir con alegría sirviéndonos mutuamente y amándonos como Jesús nos amó.
Amén.
La Virgen de la Merced o Nuestra Señora de las Mercedes es una de las advocaciones marianas de la Bienaventurada Virgen María. Se la llama también Generala de los Ejércitos Celestiales, la Mujer Vestida de Sol y la Reina de la Paz.
En su conmemoración se ha establecido la fiesta de la Merced o de las Mercedes, el día 24 de septiembre.
Se dice que el 1 de agosto de 1218, fiesta de el santo fundador Pedro Nolasco tuvo una visita de la Santísima Virgen, dándose a conocer como La Merced, que lo exhortaba a fundar una Orden religiosa con el fin principal de redimir a aquellos cristianos cautivos.
Obatalá
Orichanlá Okonrin ati Obinrin ni layé, eledá no gbogbo ni gbogbo na darandara, atí burukú, Obá ati Ayaba afin, Ogá ni na tala gbgbo na cheche, Babá wa afin alano jekua Babá Mí
Santo grande, Hombre y Mujer de mundo ,creador de todos los buenos y Malos,Rey y Reina albino,Dueño de la pureza y de todos los justicieros,Padre grande del mundo, Protector Mio y de todas las casas buenas sanas,Padre Nuestro,Albino Misericordioso, Viva, Padre Mio, Gracias
Santo grande, Hombre y Mujer de mundo ,creador de todos los buenos y Malos,Rey y Reina albino,Dueño de la pureza y de todos los justicieros,Padre grande del mundo, Protector Mio y de todas las casas buenas sanas,Padre Nuestro,Albino Misericordioso, Viva, Padre Mio, Gracias
Es el Orisha mayor, creador de la tierra y escultor del ser humano. Es la deidad pura por excelencia, dueña de todo lo blanco, de la cabeza, de los pensamientos y de los sueños. Hijo de Olofin y Oloddumare.
Cuando Dios bajó a la tierra a ver lo que había hecho, bajó acompañado de su hijo Obatalá.
Obatalá fue mandado a la tierra por Olofin para hacer el bien y para que gobernara como rey del planeta. Es misericordioso y amante de la paz y la armonía.
Rige la buena conducta y es capaz de aplacar a su hijo Shangó y a Ogún Areré. Todos los orishas lo respetan y lo buscan como abogado. No admite que nadie se desnude en su presencia o se digan frases duras o injuriosas. Sus hijos deben ser muy respetuosos.
Tiene veinticuatro caminos o avatares. El castillo que le pertenece tiene 16 ventanas. Sus sacerdotes se llaman Ochabi. El receptáculo es una sopera con cuatro otá (piedra) (ocho en ocasiones). Sus piedras no admiten el sol, el aire o el sereno. Obatala es también el único Orisha que tiene caminos masculinos y femeninos.
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