Por: Jorge Alberto Liriano Linares, prisionero político desde la prisión dicta sus textos.
Camagüey, Cuba, 17 de septiembre/ del Buró de trabajo de Hablemos Press/La epidemia de la conjuntivitis continúa infectando la población penal de la prisión provisional Cerámica Roja.
Cientos de reclusos permanecen aislados en celdas insalubres, en completo hacinamiento, sin iluminación, ni agua potable.
Las autoridades sanitarias desestiman la atención que requiere la enfermedad popular, y responsabilizaron a un preso común para que en distintos horarios le brinde fomentos de agua fría a los contagiados.
Según manifestó públicamente la Doctora Deysi Mayulis Mola Pérez, jefa del puesto medico de esta prisión, los servicios médicos del ministerio del interior no cuentan en este momento con personal de enfermería, ni médicos, ni tampoco medicamento para apalear la crisis epidémica, ni eliminar el foco contagioso, que seguirá aumentando de acuerdo a las condiciones infrahumanas y al trato cruel e inhumano que están siendo sometidos los reos contagiados.
El gobierno y los responsables políticos de la isla, que deberían estar al corriente ignoran el estado actual del problema. Su gravedad y sobre todo la urgencia de brindarle solución a la crisis de los servicios médicos.
En esta cárcel del centro oriental de la isla donde cientos de prisioneros cubanos palidecen sin asistencia medica, ni medicinas, producto a la insensibilidad humanitaria del sistema de salud cubano, que sigue siendo candil de la calle y oscuridad de la casa.
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