La conspiración del silencio

Leafar Pérez


LA HABANA, Cuba, septiembre (www.cubanet.org) - Darsi Ferrer, médico disidente y conocido promotor de iniciativas en defensa de la justicia social, se encuentra encarcelado desde el 21 de julio de 2009.

En Cuba hay más de doscientos presos políticos, según informes de grupos de derechos humanos, entre ellos más de una decena está a la espera de juicio. La misma situación en la que se encuentra Ferrer.

Sin entrar en detalles acerca de las violaciones cometidas por las autoridades contra Darsi, denunciadas por su esposa y abogados independientes, hay un detalle que llama la atención acerca de los activistas de derechos humanos que se encuentran en el limbo judicial que nos ocupa: la espera de juicio es una fórmula encontrada por el gobierno para que determinados casos pasen al olvido.

En un mundo globalizado en el que diariamente ocurren miles de hechos de importancia, quizás no importe mucho la situación de estos presos políticos, pero no se debe olvidar que Cuba es un país donde los presos políticos forman parte del paisaje. Por su parte, los organismos internacionales rara vez han exigido a las autoridades la libertad de los mismos. Tal es el caso de los 75 opositores que encarcelados y condenados en juicios sumarios en la primavera de 2003.

Algunas de esas sanciones fueron levantadas, y muchos piensan que a los disidentes se les fue la mano al exigir cambios democráticos.

Por un tiempo la cacería se había calmado, pero el gobierno sólo esperaba una oportunidad para desatarse de nuevo. Mañana cualquiera de nosotros puede ser llevado a prisión a la espera de un juicio que quizás nunca llegue. Por eso la esposa de Darsi, Yusnaimy, no abandonará la lucha contra la conspiración del silencio que están armando alrededor de Ferrer.

Es iluso hablar de plataformas políticas o transición democrática cuando se intenta acallar la voz de los presos. La libertad del Dr. Darsi Ferrer debe ser un reclamo para derrotar la conspiración del silencio.