Por Carmen Ferreiro / DERECHOS HUMANOS CUBA - CAPPF / CDHD-2506
Ahí Juanes, que polvacera has levantado en las calles de Miami.
Te confieso, desde que se anuncio tu concierto en La Habana, sentí perplejo sobre el porqué querías hacer un concierto por la paz en Cuba. Como la editora de un blog sobre Cuba, con escritos por cubanos dentro de la Isla, leo todo lo que me envían sobre la vida diaria de ellos. Incluso, leo otros blogs y periódicos digitales, porque el tema de Cuba en todo su aspectos, humanísticos, culturales, políticos y económicos, es de interés para mí.
Te digo esto porque en todo lo que he tenido la oportunidad de leer, nunca he oído un cubano, ni de allá, ni de acá, pedir la paz. Si he oído mucho sobre libertad, reconciliación, puntos de vistas de un lado y de otro, pero de paz, te confieso, nada.
En las últimas semanas se ha oído mucho sobre tu concierto. He tratado de cierta forma, como muchos de mis amigos cubanos, reconciliar lo que se siente como artista y lo que se siente como cubano. Como amante de todo arte y la libre expresión, no creo en la censura y esa parte de my psique apoya tu derecho de cantar y llevar tu música a cualquier parte del mundo. Como cubana, entiendo a los que se sufren por la falta de libertad y dignidad humana en mi país y el dolor y pasiones que provoca esa desgracia, causada por el capricho de un régimen totalitario.
Yo nací en Cuba, pero no puede disfrutar de mi tierra natal, porque mis padres tuvieron que irse de Cuba. No se fueron por cobardía, mi padre cumplió condena como preso político por luchar por Cuba, pero salieron porque vieron el terror y la imposibilidad de una vida digna y humana para sus hijos. Dejaron todo atrás para darnos una vida mejor, no económicamente, pero libre de represión.
Viviré toda mi vida agradecida a ellos por este sacrificio, porque no sé lo que viera sido de mí, si nos hubiéramos quedado en Cuba. Posiblemente no estuviera escribiéndote estas líneas, nunca he sabido ser conforme, mi mente y mi ser necesitan el espacio y libertad, en Cuba no viera podido ser como soy, sin repercusiones, que en el caso de mis hermanos y hermanas cubanos, son dolorosos y trágicos. Pero en mi alma añoro ser parte de Cuba, como el que pierde extremidad pero todavía siente moverlas, Cuba está conmigo aunque yo no pueda estar con ella.
Pero no te cuento todo esto para dramatizar lo que siento, creo que mucho de ambas partas, los que te apoyan y los que te critican, ya han ejercido ese modo de expresión. Los que te apoyan, critican los que no, porque piensan al igual que tú, que es tiempo de cambiar las posturas contra el régimen. Algunos, entre ellos personas que aprecio y respeto, en su crítica a los que consideran “intransigentes” y acusan de utilizar posturas como las del régimen, también se han degradado a utilizar métodos inapropiados. Firmando una carta de apoyo a tu espectáculo, acción que ha utilizado figuras del mundo cultural para apoyar al régimen de Cuba en el pasado, es contra productiva, al igual que lo es destruir tus obras. Y en medio de toda esta ira y entendimiento, he tratado de enfocarme en simplemente lo único en que si es claro, tus palabras.
En tu entrevista en Aquí y Ahora dices lo siguiente:
“A quienes dicen que bueno allá no tienen libertad, y yo les digo ok, pues si no tienen libertad como pueden tener la paz, si no la tenemos nosotros ni si quiera, nosotros tenemos la libertad supuestamente, pero a veces no sabemos, ni qué hacer con ella, me entiendes…ir a Cuba es un símbolo, es un símbolo de que, de que es tiempo de cambiar las mentes…no es imposible que haya paz sin libertad, es imposible.”
Cuando te oí decir eso, me recordó al mundo del Cándido de Voltaire,
Todo irá bien... el nuevo mundo es el mejor de los mundos posibles.”
El optimismo nos ampara cuando no tenemos que afrentar la realidad. El soñar se hace más fácil cuando el despertar es idílico. Comprendo tus deseos, la esperanza del cambio vive en todos los cubanos, los de allá y los de acá, los que te apoyan y los que están en desacuerdo. Por eso el cambio es en lo que yo escogido enfocarme y la razón por cual decidí escribir estas palabras. Porque creo que tengo una manera en cual puedes unir a todos, los que quieren que vayas y los que se oponen.
Por eso te ofrezco este regalito, símbolo de tus dos deseos, vestirte de blanco, color de la paz, y pedir el cambio. Solo necesito que me des tu taya de camisa. Si vistes mi regalo, te aseguro que el pueblo de Cuba, en La Habana y en Miami, lo vería como una ofrenda de paz y te aplaudiría.
1 comentario:
A mí también me ha asombrado el concierto de Juanes en Cuba, pero no por ello, tomado por sorpresa: en la actualidad está de moda ponerse al lado de los dictadores, siempre que digan que son de izquierdas. Desgraciadamente es así.
No obstante, mi primer pensamiento fue: qué bueno, la gente podrá ver un concierto lindo y tendrá unas horas de alegría!!!!Con lo que nos gusta la música a los cubanos es de agradecer que vaya alguien de fuera por allí y de un concierto. Lo que pasa es que después pensé lo mismo que muchos: ¿por qué un concierto allí y ahora? Es que con los años me hago más eséptica respecto al cambio. Viendo el vídeo de Biscet me duelo de las expresiones rencorosas y fuera de lugar de algunos, expresiones que demuestran la ignorancia en que los tienen, porque pedir ¡abajo los derechos humanos! es de ignorantes y punto.
Me alegra que escribas tantas noticias frescas sobre Cuba, pues me cansa escuchar y leer la prensa de España, donde, excepto dos, tres medios de comunicación que hablan sin pelos en la lengua, el resto lo único que hace es bailarle el agua al régimen y cantar loas al pasado (del que ni siquiera saben la mitad), como si fuera el presente.
Gracias, saludos y bendiciones.
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