7/28/2009

Daniel Bruno Sanz ha escrito un nuevo libro sobre Cuba

Estimado lector,

El autor Daniel Bruno Sanz ha escrito un nuevo libro sobre Cuba: Cuba at a Crossroads

Durante la década del noventa Cuba envió a sus oficiales militares, que se habían formado previamente en prestigiosos colegios militares soviéticos, a aprender dirección hotelera en España, y contabilidad en Europa, América Latina, Asia y Canadá. Oficiales en ascenso pasaban las noches en vela leyendo libros sobre negocios tales como “In Search of Excellence (En Busca de la Excelencia)por Tom Peters y Robert H. Waterman.

Como Ministro de Defensa, Raúl Castro adoptó incentivos contables y administrativos estándar para operar fábricas de propiedad militar que producían todo, desde uniformes hasta balas. En algunos casos, se dio modestos premios a los trabajadores. Las reformas son conocidas como “perfeccionamiento empresarial”. El gobierno cortejó cautelosamente al capital extranjero e invitó a emprendedores extranjeros a arrancar la economía.

El experimento falló algunas veces. En 1998 un hombre de negocios español inició una agencia de viajes y una huerta hidropónica dentro del gran hangar de helicópteros en una ex base de submarinos del puerto de Mariel. La huerta fue de corta duración, porque Aerogaviota, la compañía de transporte perteneciente al ejército cubano, no era confiable. Sólo se embarcaron unas pocas cargas de productos; el resto fue abandonado para echarse a perder. El español se encontró con que es imposible coordinar la mano de obra cubana con vuelos impredecibles. Este episodio es típico de los negocios en Cuba.

De acuerdo al diplomático estadounidense retirado Philip Peters, hoy un director del Instituto Lexington, en el año 2000 aproximadamente 1.400 compañías estatales de un total de 3.000 estaban siendo evaluadas para integrarse al perfeccionamiento empresarial, o ya estaban funcionando con técnicas del mismo. La utilización de estos métodos triplicó las ganancias en sólo dos años en una planta de neumáticos, de acuerdo al gerente que habló con Peters en 2001. En tanto los emprendimientos cubanos ganan en productividad a través del ‑­

perfeccionamiento, estarán sentadas las bases para la reforma del mercado en el futuro.

Los militares hallaron socios extranjeros para emprendimientos comunes en la industria moribunda de los cítricos cubanos, que colapsó cuando perdió sus mercados en el bloque soviético. Al ser los cítricos una de las exportaciones cubanas más importantes, el emprendimiento común con Grupo BM, una empresa israelí que opera una plantación de pomelos de 115.000 acres con las técnicas más modernas de irrigación por goteo, ha pasado a ser la empresa cítrica cubana más importante. Irónicamente, el gobierno israelí, impedido de negarse a su benefactor en Washington, es uno de los solamente cuatro países en votar a favor del embargo estadounidense cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas lo condena rotundamente todos los años.

6.2 La vuelta de cara de Fidel.

Recuerdo la esperanza que los cubanos y los hombres de negocios extranjeros sintieron en ese momento. Había un torbellino sin fin de conferencias, exposiciones, muestras comerciales y acuerdos comerciales. Asistí a una de esas conferencias en febrero de 2003, en cuya agenda figuraban presentaciones de los Senadores Maria Cantwell (demócrata por Washington) y Kent Conrad (demócrata por North Dakota). Alamar Associates, consultores comerciales especializados en Cuba desde 1974, habían organizado la Conferencia Agrícola Estados Unidos-Cuba. Alamar, dirigida por Kirby Jones, negocia contratos para vender productos agrícolas y alimenticios a Cuba, obtiene licencias de viaje del gobierno estadounidense y coordina visitas a Cuba, las cuales requieren una licencia especial del Tesoro.

Durante una reunión en el Palacio de Convenciones de La Habana, Fidel Castro en persona compareció, habló durante horas acerca de los precios agrícolas y de las materias primas, y luego contestó preguntas en vivo de la audiencia. Fue un momento emocionante. Estaba sentado en la segunda fila, a tres metros de Castro, y fui llamado para hablar. Recuerdo cómo el distinguido panel, incluyendo a los senadores, Kirby Jones, y los principales ministros del gobierno cubano, para no mencionar al personal de seguridad cubano, retuvieron la respiración mientras hablaba. Nadie sabía qué es lo que yo, un joven hombre desconocido de traje y corbata, podría decirle al Comandante.. El personal de seguridad ya me había estado observando y yo sabía qué es lo que todos estaban pensando: ¿es cubano-estadounidense? ¿Va a decir algo incendiario?

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“En vista de la escasez de alimentos en Cuba y las alzas en los precios mundiales de los alimentos, ¿adoptaría Cuba reformas económicas al estilo chino?”, pregunté.

La densa y larga respuesta de Fidel fue que no se podían realizar comparaciones entre los dos países. Cuba ya había tenido su reforma agraria en la década del sesenta y los mercados agropecuarios estaban funcionando. No habría reforma. Filmé el intercambio entre nosotros y pensé en la mujer desperada que me había abordado en una calle de La Habana, aterrorizada de que la policía la encontrara vendiendo verduras de una bolsa de papel marrón.

Fidel quiso decir lo que dijo. En 2003 revirtió la apertura de negocios, argumentando que estaba corruptando la Revolución. Para 2004, la economía cubana había tenido un punto de inflexión y Fidel canceló cursos de negocios y administración financiados por la Unión Europea, Suecia y Canadá, que combinados formaron más de 1.300 funcionarios cubanos de alto rango en técnicas de administración capitalista. Como resultado, las zonas de libre comercio desaparecieron, el autoempleo fue restringido y los emprendimientos conjuntos fueron puestos en el congelador indefinidamente.

En 2008, Cuba lleva a cabo un trueque de petróleo por atención médica con Venezuela por valor de 2 billones de dólares anuales y China invierte fuertemente en las minas de níquel cubanas. Recibos de turismo, remesas desde el exterior, y exportaciones de productos farmacéuticos y cigarros comprenden los restantes componentes de la economía. Todos son dirigidos por el estado.

6.3 El rol de los militares.

Por razones ideológicas y políticas, Cuba efectivamente se abstiene de participar en la economía mundial cuando el embargo estadounidense no logra esto por sí mismo. El resultado inevitable es la autarquía, una economía de subsistencia, la falta de ahorros y la dependencia pública del estado. No estoy sugiriendo que los Castro secretamente desean que el embargo estadounidense continúe o quieran que mantenga al pueblo cubano en la pobreza. No es así, y el final del embargo estadounidense mientras aún vivan sería un enorme triunfo político para ellos. Pero una vez que la euforia inicial se diluya, también sería el principio del fin del sistema político que construyeron. El actual sistema castrista necesita del control monopólico así como del conflicto y la controversia para evitar que se reblandezca. Esto no es un juicio de valor. El sistema castrista es incompatible con, temeroso y desconfiado del poder corporativo descentralizado e impersonal que podría ‑­

constituirse en un desafío si logra un punto de apoyo en Cuba. Una analogía podría ser el sentimiento preocupado que muchas comunidades estadounidenses tienen para Wal-Mart. No creo que el sistema castrista carezca de méritos y fundamento, pero éstos pertenecen a una época anterior, al igual que el embargo. Las barreras son un anacronismo. La teoría necesita adaptarse a la realidad.

Un grupo que difícilmente se haga eco de estas cuestiones son los militares.

Los militares cubanos, en su rol de obedientes servidores del poder del estado y con la capacidad de comandar y controlar sin ser propietarios, han expandido su esfera de influencia. Hoy, la red militar de compañías es operada por el Grupo de Administración Empresarial S.A., ubicado en el cuarto piso del edificio del Ministerio de Defensa cubano. Conocido por su acrónimo GAESA, el grupo fue dirigido por el General Julio Casas Regueiro hasta que pasó a ser Ministro de Defensa el 18 de febrero de 2008, el día que Raúl sucedió a Fidel. El yerno de Raúl Castro, Coronel Luis Alberto Rodríguez era el segundo al mando.

Transformando clubes de oficiales y bases navales en complejos turísticos, la compañía de turismo Gaviota ha pasado a ser el negocio más importante de GAESA. Controlan los mejores hoteles, pero dejan la administración a Sol Meliá de España y a Club Med de Francia. De las aproximadamente 40.000 habitaciones de hotel de Cuba, Gaviota actualmente posee unas 8.500.

El Coronel Retirado Hal Klepak, ex agregado militar canadiense en La Habana, ha escrito un libro acerca de los militares cubanos. De acuerdo al Coronel Klepak, Gaviota también opera Aerogaviota (mencionada más arriba). Para entusiastas de lo militare que deseen visitar los fuertes coloniales de la isla y la tierra estéril alrededor de la base naval estadounidense en Guantánamo, Gaviota ofrece excursiones exclusivas. También alquila autos, opera marinas, administra restaurantes gourmet y opera una atracción que permite a los turistas nadar con delfines, de acuerdo a un reciente estudio realizado por el Instituto Español de Comercio Exterior.

Los generales ocupan el escaño administrativo superior en los ministerios económicos del país. El ex zar del azúcar cubano, General Ulises Rosales del Toro, cerró dos tercios de los aproximadamente 156 antiguos molinos de azúcar cubanos en 2002. El país todavía está tratando de revivir la producción, que llegó a su menor nivel en los últimos 100 años de 1.3 millones de toneladas en 2006. Además del General Rosales del Toro, otros generales dirigen los ministerios de Aviación, Pesca, Telecomunicaciones y Transportes. Un coronel dirige Habanos S.A., un emprendimiento conjunto con la firma española Altadis, que vende los famosos tabacos cubanos en el extranjero. Otro coronel dirige el Ministerio de Turismo.

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Mark Entwistle, un ex embajador canadiense en La Habana que ahora asesora a compañías extranjeras en Cuba, ha dicho que los militares tienen el poder para obviar la burocracia que traba otras organizaciones cubanas. Por ejemplo, una empresa cubana que quería cultivar soja no fue capaz de obtener el permiso del Ministerio de Agricultura. Pero una vez que los canadienses acudieron a los militares, la burocracia desapareció. “Los militares tienen una unidad completa dedicada a los emprendimientos conjuntos en agricultura,” dice el señor Entwistle. Había cero contenido ideológico, era 100% negocio.”

El darle a las fuerzas armadas un rol crítico en la conducción de la economía ha ayudado a los hermanos Castro a retribuir a sus partidarios y le brinda a los militares una participación en el status quo. Pero también ha abierto una influencia corrupta que podría empeorar si el rol de los militares se expande más en una Cuba post-Raúl. Una cantidad de “soldados emprendedores” ya ha sido dada de baja, y frecuentemente son encarcelados por corrupción.

Los militares también se enfrentan a rivalidades intestinas dentro de sus propias filas. Muchos oficiales envidian a compañeros soldados involucrados en emprendimientos conjuntos y codician su calidad de vida superior. Ricardo Pascoe, ex embajador de México en La Habana advierte acerca de una nueva élite: los “jóvenes”, hijos de oficiales de alto rango con destino en el extranjero. Gozan de privilegios ni siquiera soñados por los cubanos comunes. Durante su misión en La Habana desde 2001 hasta 2003, muchos hombres de negocios mexicanos se quejaron de que los “jóvenes” estaban pidiendo sobornos y comisiones como condición para hacer negocios con sus padres.

6.4 Reformas económicas en 2009.

En marzo de 2009, el liderazgo cubano reemplazó a ocho ministro y varios funcionarios de primer nivel y trajo a generales de las fuerzas armadas, ex oficiales y funcionarios de mediana edad del Partido Comunista al Gabinete. Los despidos más notables incluyeron a Carlos Lage, a quien se le reconoce ampliamente haber salvado al país luego del colapso de la Unión Soviética y a Felipe Pérez Roque, probable sucesor de Raúl. Estas movidas dejan pocas dudas acerca de que los militares tomarán el poder al fallecer Raúl. También pueden reflejar la infame paranoia de Fidel Castro. El hecho de que Fidel fuera consultado antes de los despidos constituye evidencia de la continuidad de su poder, inclusive desde una cama de hospital.

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Al mismo tiempo, Raúl ha flexibilizado los controles sobre cómo las compañías estatales utilizan las divisas extranjeras. Canceló un decreto que requería que el Banco Central aprobara todos los desembolsos de las compañías estatales que excedieran los 10.000 dólares. Los jefes de negocios están aliviados y dijeron que el cambio beneficiaría a la economía entera, reduciendo demoras burocráticas y papelería. Creen que la manufactura, el turismo y la agricultura mejorarán.

El decreto de 2003 fue puesto en vigencia originalmente a instancias de Fidel Castro para combatir la corrupción. Fue parte de la reimposición de rígidos controles luego de la flexibilización de los años noventa para lidiar con la crisis económica. Raúl Castro, 77, al traer a oficiales militares de su confianza y otros aliados al gabinete, está creando el marco para su propia sucesión.

La economía cubana fue golpeada por tres huracanes en 2008, caídas en los precios de exportación de las materias primas y la crisis financiera global. En un año, la cuenta corriente cubana pasó de un superávit de 500 millones de dólares a un déficit de más de 2 billones. Desde que asumió el poder el año pasado, Raúl Castro ha dado pequeños pero simbólicos pasos, tales como levantar las restricciones sobre algunos bienes de consumo y rescindir la exclusión de los cubanos de los hoteles turísticos. También ha descentralizado la agricultura, ha otorgado más autonomía a los productores y eliminado los topes de ingreso, declarando que los trabajadores y los agricultores deberían maximizar su ingreso. Como Denx Xao Ping declaró célebremente cuando China abandonó el modelo soviético y creó una economía mixta en los años ochenta, “no importa si un gato es negro o blanco, en tanto capture ratones.”

Luego de la muerte de Fidel, Raúl, asumiendo que goce de buena salud, acelerará las reformas económicas y la liberalización. Cuba será más pragmática. China será su modelo de conducta debido a sus envidiables estadísticas de crecimiento. Pero el estado cubano resistirá la formación de una élite adinerada fuera de sus propias filas. En algún momento futuro, Cuba no podrá resistir más, aunque la exclusión del dinero y personalidades del exilio serán una prioridad más fácil de alcanzar.

Después de Raúl, un grupo disciplinado de oficiales del ejército de alto rango seguramente gobernarán a Cuba de manera colectiva. Tendrán el mando de la economía y de la vida política, y los servicios de seguridad ejercerán una fuerte represión. En algún momento emergerá una nueva personalidad que criticará los “errores” de Fidel y Raúl. El nuevo liderazgo decretará una mayor flexibilización de las restricciones económicas en los emprendimientos cubanos de pequeña escala y la inversión extranjera, y buscará el reacercamiento con los Estados Unidos. El gobierno conmutará las penas de los prisioneros políticos, pero no permitirá la ‑­

oposición política organizada. Los cubanos no aceptarán elecciones al estilo estadounidense, y el gobierno cubano sería suicida si las aceptara.

6.5 Qué debería hacer Washington ahora.

Si los Estados Unidos normalizan relaciones sin insistir en elecciones como una precondición, los políticos en Cuba deberán acelerar hacia un arreglo más democrático, porque el estado de emergencia habrá terminado, parecerá que los cubanos han “ganado” y la población no tolerará más las estrictas limitaciones y restricciones impuestos en la vida civil y económica. Si la postura de los Estados Unidos permanece hostil, o sea, el embargo persiste, y si hay una amenaza creíble de que Cuba será tomada por los exilados de Miami, entonces el gobierno cubano mantendrá sus características.

Después de Raúl, la política estadounidense debe permanecer separada de la política de Florida. Esto no quiere decir que los Estados Unidos deberían esperar que fallezca antes de cambiar su postura. Esta estrategia tonta fracasó con Fidel. Raúl no dejará su sucesión a la suerte tampoco, y su reemplazo no realizará los cambios que busca Washington.

El momento de entablar conversaciones con Cuba es ahora. Esto no significa sentarse meramente a conversar, como Obama dijo que haría durante la campaña electoral, sino la normalización de relaciones con un país con el que no nos encontramos en guerra. Sentándonos con Raúl ahora, sus sucesores tendrán que continuar el proceso desde el primer día. Los hacedores de la política estadounidense no deben ser confundidos y llevados a pensar que de alguna manera, luego de que el linaje de Castro haya terminado, el gobierno cubano dará marcha atrás o será derrocado, como si Cuba fuera una monarquía o una dictadura de poca monta. El nacionalismo antecede a los Castros y prosperará luego que hayan muerto. Los hacedores de política estadounidenses no deben ser seducidos por la fantasía Miami-cubana de volver atrás el reloj a 1959 y tomar el poder. Ese es el camino hacia una guerra civil cubana, una guerra que Miami perderá.

El momento de entablar conversaciones con Cuba es ahora. Sólo de esta manera podremos influir qué ocurre en Cuba en lugar de reaccionar frente a un fait accompli detrás de otro.

DANIEL BRUNO SANZ

Este ensayo es la introducción a “Cuba en una Encrucijada”, un nuevo libro académico acerca de Cuba. Daniel Bruno Sanz es escritor y docente. Escribe sobre finanzas y asuntos de política exterior. Dieciocho meses antes de las elecciones de Noviembre de 2008 predijo la recesión y utilizó la Econometría para pronosticar la victoria de Obama en “Por Qué Obama Vencerá en 2008 & 2012”.

Críticas a sus ensayos y consultas son bienvenidas. Su sitio web es http://www.danielbrunosanz.com/ Daniel Bruno Sanz es originario de la ciudad de Nueva York.

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