7/16/2009

“Arresto, robo y agresión física para impedir un simple Paseo”


Por Dr. Darsi Ferrer

La Habana, 16 de julio de 2009.

La seguridad del estado se valió de una orden de registro para allanar nuestra casa y robarnos algunos bienes personales, luego nos arrestaron por doce horas a Yusnaimy y a mí, y finalmente nos sacaron de la comisaría a patadas, puñetazos y empujones. Esa fue la estrategia para impedir que simplemente paseáramos por el malecón, el pasado jueves 9 de julio.

Como el paseo era a las 4:00 de la tarde, al medio día irrumpieron en la casa siete policías en dos patrulleros. Uno de los oficiales mostró una orden de registro y nos exigió que les permitiéramos entrar a la casa. Me negué, y después de su insistencia en vano optaron por arrestarnos a Yusnaimy y a mí, en presencia de nuestro hijo, de 8 años de edad.

En la comisaría de “Aguilera” nos tuvieron arrestados por doce horas. En ningún momento le dijeron a nuestra familia dónde estábamos detenidos, ni permitieron que llamáramos por teléfono.

El oficial que hizo el teatro de interrogarme fue un coronel que se identificó como jefe de la policía en el municipio de 10 de octubre. Ese militar fue el que en horas de la tarde mandó a que rompieran la puerta y entraran a la casa sin nuestro consentimiento. Luego de esa acción los policías nos robaron dos bolsas de cemento, dos ventanas de las seis que tiene la casa y algunas planchuelas de hierro.

La seguridad del estado, cumplida su misión de retenernos, mandó a que nos liberaran sobre las 11:00 de la noche. Todo el tiempo trataron de desvincular su actuación con las razones políticas, disfrazando el motivo del arresto con un supuesto delito común de receptación.

Lo que no previeron los policías fue que no aceptamos salir de la comisaría de modo voluntario, todo lo contrario, nos aferramos a exigir que nos encerraran en los calabozos o que nos llevaran para la prisión. Ante nuestra renuencia nos sacaron de “Aguilera” mediante el uso de la fuerza. Entre 8 ó 10 policías me esposaron y a patadas, puñetazos y empujones fue como lograron subirme a un patrullero, después a Yusnaimy también la montaron por la fuerza. En el vehículo policial nos condujeron hasta la cercanía de la casa.

Se conoce que la policía esposa y golpea frecuentemente cuando arresta a las personas pero no utiliza esos procedimientos para liberarlas. Tampoco ofrecen servicio de taxistas, conduciendo de regreso a sus casas a los detenidos.

Nos negamos al registro porque era muy evidente que se trataba de una farsa de la seguridad del estado para retenernos por unas horas. Además, un año atrás se presentaron unos policías en la casa con otra orden de registro, nos decomisaron la computadora, impresora, medicinas, literatura, me dejaron una citación para el otro día y cuando fui a la citación simplemente no estaban, jamás los vi ni se me explicó por qué me robaron mis bienes personales.

Si yo soy el propietario de la casa y el que se negó al registro, ¿qué hace Yusnaimy detenida junto conmigo?, ¿cuál era su delito?

Estos hechos demuestran la actitud cobarde de toda esa maquinaria represiva de los Castros, donde los militares cumplen el rol de sicarios, de verdugos del pueblo indefenso.

En momentos en que la comunidad internacional está muy preocupada por la actuación de los militares hondureños, me pregunto, ¿quién se cuestiona los abusos y maltratos al pueblo de los militares cubanos?, ¿acaso los ciudadanos cubanos somos distintos a los demás?, ¿los hondureños tienen derecho a disfrutar de la democracia y los cubanos no?

Si aún siendo conocidos mi esposa y yo, los militares cubanos casi nos matan a golpes dentro de una comisaría, ¿qué harán con aquellos infelices que caen en sus garras y apenas los conocen sus familiares y algún que otro amigo?, ¿qué horrores tendrán que sufrir los cubanos sin rostros dentro de esos centros de castigos y de torturas?

No hay modo de que la seguridad del estado consiga impedirnos pasear por los lugares públicos de nuestro país, eso nunca lo vamos a aceptar. Estamos dispuestos a que nos fusilen con sus pelotones, a que nos condenen a cadena perpetua, nos sigan golpeando, traumatizando a nuestro pequeño niño, afectando aún más la salud de Yusnaimy, robándonos nuestros pocos recursos, pueden hacer lo que quieran, porque siempre encontraremos razones para resistir y seguir adelante en nuestros sueños, en nuestras esperanzas.

Nota: Adjunto fotos donde se ven las lesiones que me provocaron con la golpiza los policías en la comisaría de Aguilera, también muestran los marcos de la pared de nuestra casa sin las ventanas luego de que la seguridad del estado las desmontara y se las robara mientras nos tenían detenidos, y se ve el marco de la puerta de nuestra casa desprendido de la pared por la patada que le dio la policía delante de nuestro hijo para entrar a robarnos nuestras propiedades. Incluyo certificado de lesiones.

Esas son parte de las pruebas que voy utilizar para acusar a los responsables - el gobernante ilegítimo Raúl Castro, el ministro del interior y el jefe de la seguridad del estado - por lesiones y brutalidad policial, delitos que espero paguen muy pronto, cuando en Cuba impere la justicia.





Colaboración de Enrique Artalejo

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