ESTOY AMENAZADO DE MUERTE
De los siguientes teléfonos recibí amenazas e insultos. 56-2-9461237 - 7756680 -5691982. Frases como: “Si sigues hablando basura te vamos a matar, gusano concha de tu madre” La palabra gusano la usa Fidel para referirse a los patriotas que nos revelamos contra su esclavitud, y la frase concha de tu madre pertenece al vocabulario callejero de Chile, y ofende mucho a mi pobre mamita que hace sólo dos semanas tuvo que morir sin poder verme porque Fidel se lo impidió. Así que me imagino que quien me la dijo es un chileno fidelizado, alguno de aquellos miles que en la década de los setenta, ochenta y noventa Fidel los sacó de algún barrio y los llevó a Cuba para lavarles el cerebro, y luego entrenarlos en lo que yo llamo técnicas terroristas, y que ellos se empeñan en llamar terrorismo revolucionario.
De este otro celular, sólo me hacen misteriosas llamadas como mensaje de advertencia. Me llaman de madrugada, me cortan, y si llamo de vuelta no me responden o dicen no conocerme. 9-3827515
He visto personas siguiéndome en la ciudad, a lo cual he tenido que aplicar mi entrenamiento militar para escaparme. Y por último, autos misteriosos merodeando durante horas la casa donde he estado refugiado luego de la deportación.
Esto ya es el colmo. Después de todo lo que nos hicieron a mi madre y a mí, también quieren que me quede callado. ¿Hasta dónde podrá llegar el cinismo de este régimen?
Mis amigos, no quería preocuparlos, pero como la dictadura militar comunista que esclaviza nuestra patria me dejó sin padres, sin mis hijos, sin mis hermanos, ustedes son todo lo que tengo ahora, y seguro de algo servirá ponerlos al tanto. Ya no estoy en Cuba. No tengo por qué callar.
De todas formas, no se alarmen por esto, pues empecé a acostumbrarme al peligro desde los 18 años cuando Fidel me mandó a la guerra de Angola. Y a partir de ahí jamás he podido dormir una noche sin pensar en que tal vez no pueda ver salir el sol en la mañana.
Incluso, en una página de mi libro “Cuba, un pueblo esclavizado”, aclaré, que esa obra la escribí dentro de la isla durante diez años en total secreto sólo para asegurarme de poner a salvo tan valioso material, pero no por salvarme yo ni porque le tuviera miedo a Fidel Castro. Y fue por eso que a penas puse el libro a salvo al primero que le avisé fue a Fidel. Para mí es importante hacerle saber a él que jamás me ha asustado.
Pero esta vez haré algo parecido. Voy a esconderme unos días, en algún lugar de Chile donde nadie me encuentre, sólo para asegurarme de terminar algo muy valioso que estoy escribiendo. Por nada del mundo quiero que ese material se pierda o no llegue a terminarlo. Yo creo que en un par de semanas tendré que volver a la vida pública, pues tampoco tengo recursos para jugar a las escondidas.
Por experiencias anteriores, tengo bien claro que en Chile no resuelvo nada con ir a la policía ni a la prensa. Si ustedes quieren divulgarlo, tienen mi autorización. Que sea lo que Dios quiera, porque yo hace tiempo sobre cumplí mi gran sueño de burlarme de Fidel allá en sus mismas narices.
Los quiero eternamente
Héctor
http://www.youtube.com/watch?
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