En marzo de2002 fueron detenidos varias decenas de cubanos, juzgados sumariamente, sin las debidas garantías y condenados a altas penas de prisión. El Consejo de Derechos Humanos y las la Organización de las Naciones Unidas disponen de mucha información sobre esos procesos arbitrarios. Mas de cincuenta de los detenidos en Marzo de 2002 permanecen confinados en hacinamiento junto a prisioneros comunes en condiciones inhumanas que han dañado seriamente su salud. Ellos y otros cubanos han sido encarcelados sólo por defender, promover o ejercer pacíficamente los Derechos Humanos universalmente reconocidos.
Ninguno de los condenados en abril de 2003 fue culpable de usar o tener armas, ni de incitar a la violencia o al desorden, ni de espionaje, ni de ningún delito. Fueron condenados por expresar su opinión, por el ejercicio del periodismo libre o por promover iniciativas cívicas. Entre estás iniciativas está el Proyecto Varela que apoyándose en la Constitución vigente en Cuba, pide un Referendo para que el pueblo pueda expresarse sobre los cambios necesarios.
Pero como no se debe confundir la simple afirmación con la demostración, les exhorto a leer las propias actas oficiales de los juicios sumarios. Podrán encontrar muchas afirmaciones sin fundamento de los acusadores y sus insultos e interpretaciones forzadas, pero no encontrarán un solo hecho que vincule a los acusados con los delitos descritos en las leyes por las que fueron condenados a altísimas penas de prisión. Los tribunales que los condenaron cumplieron órdenes del gobierno y fueron aleccionados por la propia Seguridad del Estado..
El Consejo de Derechos Humanos tiene la obligación de exigir al Gobierno de Cuba la liberación de los que están encarcelados por cumplir la misma misión que tiene ese Consejo: la misión de defender y promover los Derechos Humanos.
Aunque debió ser su primera demanda al constituirse, el Consejo de Derechos Humanos está a tiempo de ser coherente, aprobando la propuesta de resolución que pide la liberación de esos prisioneros políticos pacíficos y que adjuntamos ahora aunque que ya la presentamos a cada gobierno miembro del Consejo de Los Derechos Humanos.
Una modalidad de desigualdad ha marcado la sociedad cubana y es la de la exclusión de las personas de oportunidades y de participación en la vida política y cultural debido a sus ideas políticas o creencias religiosas. Está práctica oficial es realimentada por una doctrina sistemáticamente afirmada en la educación pública, en los medios de comunicación masivos, en los centros de trabajo, escuelas y en todas las instituciones. Esta realidad, se ilustra muy bien en la calificación y clasificación de las personas en “revolucionarias” (quiere decir incondicionales al régimen ) o no revolucionarias a los que se les llama gusanos, como para despojarles de su condición humana.
Las iglesias y fraternidades y otros círculos religiosos sufren directa y sistemáticamente la injerencia y la intimidación de los cuerpos represivos y del Departamento de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista. Este departamento trata de condicionar y regular la proyección social de las iglesias y trata de presionar obispos, pastores y líderes de estas instituciones y también a laicos, sacerdotes y religiosas. Mientras mas se proclaman las buenas relaciones entre el estado cubano y estas instituciones mas condicionadas y silenciadas están.
Existen mecanismos institucionalizados y activos en cada cuadra de cada poblado, en cada escuela y universidad, en cada centro de trabajo y en todos los ámbitos de la sociedad para vigilar las personas y evaluar su conducta política- ideológica para recomendar o tomar acciones represivas y de exclusión y mantener el dossier actualizado de cada ciudadano. Esta vigilancia y control determina en gran parte el curso de la vida de las personas y las familias, que en muchos casos creen que no tienen otra opción que la simulación para sobrevivir dentro de la cultura del miedo.
La igualdad desigual se confirma en el sistema de privilegios o de corrupción institucionalizada, que otorga una vida de ricos con ventajas inmensas en todos los ordenes para ciertos dirigentes según su estatus y según su pertenencia o vinculación a un grupo inamovible. Los de este grupo de poder viven como capitalistas ricos en una nación sometida a las reglas mas rigurosas, pero muy selectivas, del comunismo salvaje. Esta desigualdad es inapelable para los ciudadanos y es el centro mismo o núcleo de las relaciones entre el grupo de poder y la mayoría. Este estado de exclusión para la inmensa mayoría pobre y el de privilegios para un pequeño sector de poder es sostenido por un sistema represivo que actúa sistemáticamente contra todo el que critique, cuestione o trate de cambiar este sistema de poder opresivo. La opresión es completada por una propaganda aplastante y por una doctrina que califica de traición a todo lo que enfrente este poder intocable…….
Desde que el 10 de mayo de 2002 mas de 11000 ciudadanos presentaron una petición de Referendo del Proyecto Varela (www.oswaldopaya.org), la Asamblea Nacional modificó la Constitución con una práctica inconstitucional, al declarar irrevocable el sistema sociopolítico económico, negando así el derecho del pueblo a la soberanía que la propia Constitución enuncia.
La falta de tribunales independientes y que se ajusten plenamente a la ley deja a los ciudadanos en una situación de indefensión ante la arbitrariedad, el abuso de poder y los maltratos de las autoridades y los cuerpos represivos. No existe el concepto ni las garantías de los derechos fundamentales. porque los ciudadanos no tienen ninguna vía efectiva para demandar al propio estado ni al gobierno. La mentira de que el pueblo es el propio estado y es quien gobierna, y que entonces el pueblo no puede hacer demandas en su contra, es paralizante y cruel. Así se cierra en si mismo el sistema u orden de no derechos.
Este sistema de poder-privilegios- opresión-propaganda-doctrina es incompatible con la libertad y el ejercicio de los derechos a la libertad de expresión, a la libertad de asociación y a elegir libremente gobierno y sus representantes. Sin embargo no son sólo esos derechos los negados a los cubanos si no muchos mas. A través de cincuenta años de totalitarismo se ha instalado una cultura del miedo en la que casi todo está prohibido y solo hay tolerancia y permisividad pero no un verdadero orden de derechos.
El sistema educacional es gratuito, sostenido con los aportes del pueblo y se ha ampliado con alcance a todo el país y a todos os sectores de la sociedad. Especialmente notorio por su dimensión humana son las escuelas especiales para niños y jóvenes con capacidades disminuidas. Ultimamente se ha deteriorado el sistema de educación en su calidad y en su efecto sobre la formación de valores, debido a la politización extrema y la falta de estímulos para los maestros y trabajadores. La educación ha sido también un recurso de dominación donde no se educa para la libertad sino para la incondicionalidad a las figuras del poder como único valor supremo y referencia por encima de toda moral. Los alumnos, su padres y maestros, en todas las instituciones del sistema de educación, sufren la opresión debido a la falta de respeto a las libertades de conciencia, de palabra y de asociación.
El sistema de salud pública por concepto y en la práctica funciona sobre la base de que toda persona, debe ser atendida o beneficiada por los servicios y programas en todo el país con la única condición de que lo necesite. Existen favoritismos, algunas conductas deshumanizantes que provocan sufrimiento o mala atención y también la manipulación de la propaganda oficial que trata de justificar la negación de muchos derechos fundamentales con la gratuidad de los servicios de salud. Pero el derecho a la atención médica y el sistema de servicios de salud en Cuba, están concebidos y en general funcionan con una alta dimensión humanitaria y de justicia social.
Es justo y necesario que los Estados Unidos de América levanten totalmente el embargo sobre Cuba, inmediatamente y sin condiciones, porque es el pueblo de Cuba el que sufre sus efectos, porque no constituye un factor de cambios positivos y porque es usado por el gobierno cubano para justificar algo que es injustificable: la negación de los derechos fundamentales a los cubanos.
La Asamblea General de Naciones Unidas ha demandado por mayoría esa justa derogación del embargo.
La propia Asamblea General de las Naciones Unidas y muchos otras instituciones incluyendo el Consejo de los Derechos Humanos, dañan al pueblo de Cuba al estimular el estancamiento o retroceso en materia de derechos humanos con su silencio respecto al encarcelamiento en Cuba de los defensores de los derechos humanos y con su negación escandalosa de demandar el respeto por parte del gobierno cubano de los derechos de sus propios ciudadanos.
El Consejo de Derechos Humanos debe llamar al gobierno cubano a que publique en Cuba la Declaración Universal y los instrumentos de los Derechos Humanos, que ha firmado recientemente y a que se comprometa ante el pueblo a cumplirlos y a que realice transformaciones en las leyes para que se respeten y garanticen estos derechos.
La mayoría de los ciudadanos que han firmado el Proyecto Varela son intimidados y en muchos casos reprimidos por la Seguridad del Estado. Este cuerpo represivo actualmente reprime a los activistas les amenaza e inclusive ha entrado ilegalmente y como delincuentes profesionales en casas de activistas, robando listas con miles de nombres de ciudadanos que firman esta petición ciudadana. Es la paradoja de que los ciudadanos actúan apoyados en la Constitución para hacer una petición legal y es el gobierno quien viola la ley.
Los que ponen como condición la mejora de los Derechos humanos en Cuba para levantar el embargo caen en una gran contradicción porque el propio embargo es una violación de los derechos de los cubanos y una violación no puede ser medio ni remedio para superar otra violación.
Pero a esos que condenan el embargo, pero silencian la negación y violaciones de los Derechos Humanos del gobierno de Cuba o condicionan el respeto a los derechos humanos en Cuba a que se levante primero el Embargo, solo les importa confrontar a los Estado Unidos y no defender al pueblo cubano. Esos caen en una contradicción e hipocresía porque justifican que el gobierno cubano castigue a su propio pueblo y lo mantenga encerrado en un orden de no derecho. Lo mas insultante es que justifican la falta de Derechos Humanos en Cuba argumentando el derecho a la autodeterminación de los pueblos. Como los ciudadanos cubanos no tienen voz, libertad y derechos no pueden autodeterminarse.
Muchos de los que viajan a Cuba se niegan a dialogar con representantes de las organizaciones cívicas y de derechos humanos independientes del gobierno y se expresan públicamente con complacencia de la situación que sufre nuestro país, sin mencionar la falta de muchos derechos en Cuba. De esta manera no sólo se suman a las prácticas excluyentes del gobierno cubano, sino que alientan la negación de los Derechos Humanos en Cuba y siembran la confusión y el desaliento en nuestro pueblo, que no puede expresarse libremente.
Entre estos visitantes se encuentran intelectuales, personalidades del mundo de la cultura. También gobernantes y otras personalidades Latinoamericanos, de los Estados Unidos de América, de Canadá, de la Unión Europea y de otros países, inclusive, personalidades supuestamente promotoras de Derechos Humanos y también representantes de instituciones de la Organización de Naciones Unidas.
Es común que la policía detenga y registre a cualquier ciudadano o vehiculo sin motivo en la vía pública y sin explicación ni derecho a reclamación. En este sentido Cuba vive un estado de sitio no declarado. El gobierno cubano ha castigado y aun castiga con la sentencia de destierro de “salida definitiva” a cientos de miles de cubanos que deciden salir del país en busca de libertad y oportunidades que no tienen en Cuba. Esos cubanos, no pueden regresar a vivir en Cuba, ni el gobierno les reconoce sus derechos ciudadanos y sólo pueden entrar a Cuba si el gobierno les otorga permiso por una, dos o tres semanas como máximo y volver a salir.
Los cubanos sólo salir del país temporalmente o bajo la categoría “definitiva” con un permiso del gobierno, que muchas veces es negado sin explicación. A los cubanos que salen con la categoría de “salida definitiva” el gobierno les confisca todos sus vienes, desde la casa hasta los cubiertos y platos donde comían. Salir del país y entrar al país no es un derecho en Cuba para los cubanos. Muchas familias sufren la separación debido al castigo que el gobierno cubano impone a la parte de la familia que queda en Cuba cuando uno de los miembros que sale con permiso temporal con cualquier encomienda, decide no regresar. A estos les llaman “desertores”.
El derecho de asociación en la práctica no existe y la ley que lo regula es un conjunto de impedimentos y condicionamientos que impide que los ciudadanos se agrupen según sus ideas o intereses legítimos. La libertad sindical es negada y solo existe un sindicato totalmente dominado y controlado por el gobierno y el partido comunista. Igual ocurre con las organizaciones estudiantiles. Las organizaciones que se suponen deban defender los trabajadores y estudiantes son en realidad mecanismos de transmisión de la dominación del gobierno, de control y en muchas ocasiones de represión.
La ley lectoral impide las lecciones libres. ¿ Saben que la ley Electoral cubana determina que solo pueden ser candidatos a diputados los que seleccionen comisiones de candidaturas formadas por organizaciones controladas por el Partido Comunista y que hay un solo candidato por cada plaza de diputado.
Aunque la libertad política es anunciada en el artículo Número 1 de la Constitución, el Código Penal, así como otras leyes y el ambiente imperante niegan totalmente esta libertad en el ámbito personal y social.
Hay preguntas que pueden hacerse y responderse:
1. Puede un cubano expresarse libremente inclusive con criticas al gobierno sin ser marcado o sufrir represalias? No
¿Pueden los cubanos de opiniones diferentes al gobierno expresarse a través de los medios de difusión que son sufragados con dinero del pueblo? No.
2. Existe el derecho a fundar y sostener publicaciones o emisoras independientes del gobierno? NO
3. Pueden los trabajadores fundar sindicatos libres? No
4. Pueden los estudiantes, profesionales, religiosos, y ciudadanos con diversas ideas o intereses organizarse legalmente y libremente? No
5. ¿Existen ONG independientes del gobierno que no sean perseguidas? NO
6. ¿Puede un cubano o un grupo de cubanos fundar una empresa aunque sea pequeña, propiedad privada? NO. ¿y un extranjero? SI.
7. ¿Existe algún otro partido que no sea el comunista y que no esté `perseguido? NO
8. ¿Pueden los cubanos que no son comunistas organizarse legalmente en partidos políticos? NO
9. ¿Pueden los cubanos salir de Cuba o entrar a Cuba legalmente y libremente? NO
10. ¿Pueden los cubanos elegir sus diputados y su gobierno democráticamente y entre varios candidatos en un marco de democracia y pluralismo? NO
11. ¿Han podido los cubanos en los últimos 60 años elegir democráticamente su gobierno? NO
12. ¿Tiene el pueblo de Cuba la oportunidad de ejercer su autodeterminación y decidir libremente en un Refrendo o en elecciones libres sobre los cambios en el país o cambios de gobierno como lo han hecho el pueblo de los Estados Unidos y muchos pueblos latinoamericanos? NO
13. ¿Por qué?
Oswaldo José Payá Sardiñas
La habana, 3 de Marzo de 2009
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