Si la memoria del maestro es mancillada
apuñalando su doctrina con burlona saña
solo queda el sacrificio para lavar su aura
exponiendo en su altar al alma victimaria.
Castigador de inocentes y corroedor de medallas
quebrador de voluntades y triturador de esperanzas
titulado en desidia y máster confabulador de cizaña
como serpiente bíblica los siete pecados proclama.
Calma su sed con lágrimas de personas torturadas
se escuda en su cobardía para enfrentar fantasmas
creados por su alcoholismo penetrando la pantalla
chorreando sobre mi mesa su baba envenenada.
Monta un circo romano para llevar a la batalla
a mártires del pasado y héroes del mañana
pretendiendo apagar la luz de la virtud callada
de sentencias dictadas con la muerte pactada.
Fusilando a siniestra y la diestra empeñada
golpeando sobre el madero que sirvió de balsa
hundiendo en su pantano ilusiones ahogadas
y apagando velas de la bóveda que se levanta.
La furia del viento que sus tormentas desatan
inundara nuestros ríos de viles pasiones bajas
desenraizando palmas y sustituyéndola con zarza
desoyendo al sembrador cuya experiencia regala.
Como demonio usurpando el nombre de mi amada
engatusa con abrazos mientras su daga me clava
haciéndome culpable de su uso de la doble cara
para evitar la condena que el libro sagrado aclara.
Triste sera el futuro para la desvergüenza a ultranza
exigiendo pena de muerte para el guerrero del alba
prisionero del olvido y culpable de la circunstancia
donador de mala suerte y castigador de venganzas.
Difamaciones de oficio por consulados contratadas
enfilando su verborrea contra el héroe de mil batallas
enlodando con desenfreno de la escuela su fachada
con hechizo de brujas amenaza quemar las aulas.
Pesadilla sin coherencia en sus cuentos relata
deshollinando chimeneas y atizando la braza
queriendo volver polvo las ideas que se alzan
por eso paga el caudillo a sus perros de caza.
Muy silente hoy se mueve la putrefacta plaga
disfrazando sus síntomas evitando la urticaria
como virus maligno corrompiendo la corteza
del árbol de frutas frescas que florece en casa.
Esconde su agresivo carácter con olivos en rama
mientras lubrican su rubrica con sangre derramada
de aquel que murió en un sueño lejos de su casa
anhelando ver un día a su adorada patria liberada.
Paciencia para el preso pide el verdugo que calla
conformismo para el niño que a su padre reclama
sacrificio a la esposa que ve como su vida pasa
llenando mas el diario que recoge sus desgracias.
La progenitora del reo que con su llanto paga
haber educado principios a su pupilo del alma
le prohíben la caricia de su aguerrida hermana
y perseguido es el nieto de la cívica cultivada.
Faraones sin pirámides y riqueza dilapidada
ruina del pasado vio en la plaza abandonada
el que recogió la historia lo dice en su carta
que sirvió de guía para apuntalar añoranzas.
Fracasará el empeño de destruir al ícono su casta
emprendida desde dentro por viejo ratón con rabia
hambrientas polillas de librería y termitas de África
feas culebras adulteras y otra especie invertebrada.
Virtud comprada a crédito y reformulada en farmacia
conforman el psiquiátrico ego que en textos se alaba
alquimista de desechos para empobrecer el alma
y recolector de excremento para cimentar la nada.
Encantador de serpientes por catalogo enseñada
un maquillista del desierto de cultura esclavizada
creador de sinfonías para sordos recomendada
novelista de tragedias sarcásticamente contada
Son relatos sin sabores fabulas y parábolas
diseñadas sin el tiempo para ser contadas
historias que una era impuso por las armas
que hoy me hieren y hasta la sangre emana.
El escorpión rojo hasta a su madre se traga
como merienda cualquier víctima le agrada
loca voracidad lo lleva a enfrentarse a la araña
inoculándose su veneno así termina su hazaña.
Frank A. Caner
11/19/08
apuñalando su doctrina con burlona saña
solo queda el sacrificio para lavar su aura
exponiendo en su altar al alma victimaria.
Castigador de inocentes y corroedor de medallas
quebrador de voluntades y triturador de esperanzas
titulado en desidia y máster confabulador de cizaña
como serpiente bíblica los siete pecados proclama.
Calma su sed con lágrimas de personas torturadas
se escuda en su cobardía para enfrentar fantasmas
creados por su alcoholismo penetrando la pantalla
chorreando sobre mi mesa su baba envenenada.
Monta un circo romano para llevar a la batalla
a mártires del pasado y héroes del mañana
pretendiendo apagar la luz de la virtud callada
de sentencias dictadas con la muerte pactada.
Fusilando a siniestra y la diestra empeñada
golpeando sobre el madero que sirvió de balsa
hundiendo en su pantano ilusiones ahogadas
y apagando velas de la bóveda que se levanta.
La furia del viento que sus tormentas desatan
inundara nuestros ríos de viles pasiones bajas
desenraizando palmas y sustituyéndola con zarza
desoyendo al sembrador cuya experiencia regala.
Como demonio usurpando el nombre de mi amada
engatusa con abrazos mientras su daga me clava
haciéndome culpable de su uso de la doble cara
para evitar la condena que el libro sagrado aclara.
Triste sera el futuro para la desvergüenza a ultranza
exigiendo pena de muerte para el guerrero del alba
prisionero del olvido y culpable de la circunstancia
donador de mala suerte y castigador de venganzas.
Difamaciones de oficio por consulados contratadas
enfilando su verborrea contra el héroe de mil batallas
enlodando con desenfreno de la escuela su fachada
con hechizo de brujas amenaza quemar las aulas.
Pesadilla sin coherencia en sus cuentos relata
deshollinando chimeneas y atizando la braza
queriendo volver polvo las ideas que se alzan
por eso paga el caudillo a sus perros de caza.
Muy silente hoy se mueve la putrefacta plaga
disfrazando sus síntomas evitando la urticaria
como virus maligno corrompiendo la corteza
del árbol de frutas frescas que florece en casa.
Esconde su agresivo carácter con olivos en rama
mientras lubrican su rubrica con sangre derramada
de aquel que murió en un sueño lejos de su casa
anhelando ver un día a su adorada patria liberada.
Paciencia para el preso pide el verdugo que calla
conformismo para el niño que a su padre reclama
sacrificio a la esposa que ve como su vida pasa
llenando mas el diario que recoge sus desgracias.
La progenitora del reo que con su llanto paga
haber educado principios a su pupilo del alma
le prohíben la caricia de su aguerrida hermana
y perseguido es el nieto de la cívica cultivada.
Faraones sin pirámides y riqueza dilapidada
ruina del pasado vio en la plaza abandonada
el que recogió la historia lo dice en su carta
que sirvió de guía para apuntalar añoranzas.
Fracasará el empeño de destruir al ícono su casta
emprendida desde dentro por viejo ratón con rabia
hambrientas polillas de librería y termitas de África
feas culebras adulteras y otra especie invertebrada.
Virtud comprada a crédito y reformulada en farmacia
conforman el psiquiátrico ego que en textos se alaba
alquimista de desechos para empobrecer el alma
y recolector de excremento para cimentar la nada.
Encantador de serpientes por catalogo enseñada
un maquillista del desierto de cultura esclavizada
creador de sinfonías para sordos recomendada
novelista de tragedias sarcásticamente contada
Son relatos sin sabores fabulas y parábolas
diseñadas sin el tiempo para ser contadas
historias que una era impuso por las armas
que hoy me hieren y hasta la sangre emana.
El escorpión rojo hasta a su madre se traga
como merienda cualquier víctima le agrada
loca voracidad lo lleva a enfrentarse a la araña
inoculándose su veneno así termina su hazaña.
Frank A. Caner
11/19/08
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