27/08/2008 21h30
©AFP - Natalia Kolesnikova
MOSCU (AFP) - Rusia estaba sometida este miércoles a presiones por haber reconocido la independencia de dos regiones separatistas georgianas en una iniciativa que "preocupa" a China y ha llevado a los Occidentales a pedirle que no "comience" una nueva Guerra Fría.
Pekín, que había permanecido en silencio, dijo estar "preocupada por los últimos acontecimientos en Osetia del Sur y Abjasia", anunció la agencia China Nueva, que cita un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Qin Gang.
Unas palabras que se conocieron poco antes de una reunión entre el presidente ruso, Dimitri Medvedev, y su homólogo chino, Hu Jintao, en Dushambé, capital de Tayikistán, aprovechando la cumbre de los países de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS).
Medvedev, que reservó para China su primera visita oficial relevante desde su investidura en mayo, desea, al igual que hizo su predecesor Vladimir Putin, componer un eje Moscú-Pekín, habida cuenta de que sus relaciones con los Occidentales no atraviesan por su mejor momento.
Entre tanto la presión iba en aumento.
Enterese de como van los acontecimientos en AFP
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