Con excepción del grupo de iluminados en La Habana y Miami que conoce las respuestas aún antes de definirse las preguntas, el escenario analítico serio sobre el tema cubano se debate para intentar desentrañar si el eventual proceso de reformas esperado de la gestión de Raúl Castro avanza, aunque sea lentamente, o se agotó aún antes de comenzar a moverse seriamente.
Dado el estilo de dirección de Raúl Castro, que parece basarse en el anuncio público y la implementación discreta, la pregunta resulta muy difícil para todos, menos para los mencionados astrólogos del Apocalipsis y apologistas del amanecer, claro está.
Curiosamente, aunque casi todos parecen estar de acuerdo en que las eventuales reformas que podrían esperarse de la gestión raulista se darían en el campo de la economía, se repite con insistencia que la eliminación de los permisos de salida y la onerosa “tarjeta blanca” sería una prueba efectiva de que los cambios avanzan, aunque en realidad esta “reforma” no tiene que ver directamente con economía, sino con derechos humanos.
Naturalmente, no es difícil demostrar una interrelación a largo plazo entre la libertad de viajar yla influencia de este factor en la economía, pero aún así no deja de ser un elemento de las libertades individuales y no del funcionamiento económico.
Léalo completo en:Cubanálisis-El Think-Tank
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