El Gobierno cubano detuvo este jueves por lo menos a siete opositores, tras denunciar "una escalada de las acciones provocadoras organizadas y financiadas" por Washington, mientras Estados Unidos rechazó las acusaciones y afirmó que siempre apoyará a los presos políticos. La Comisión Cubana de Derechos Humanos (CCDHRN), calificada de ilegal por el Gobierno de la isla, denunció este jueves las detenciones y afirmó que se ha intimidado también a opositores para evitar que asistieran a una reunión de la plataforma disidente Agenda para la Transición. Las maniobras represivas se produjeron un día después de que el Gobierno anunciara que no iba a tolerar "provocaciones y acciones ilegales instigadas por la Administración norteamericana a través de sus funcionarios diplomáticos en La Habana". La Cancillería cubana, que responsabilizó a Washington de las "consecuencias que puedan derivarse" de su "respuesta", denunció el miércoles en un comunicado "una escalada de las acciones provocadoras organizadas y financiadas por la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana" (Sina) en las últimas semanas. Elizardo Sánchez, líder de la CCDHRN, dijo a corresponsales que ha confirmado las detenciones de Francisco Chaviano, René Montes de Oca, Julio César López, Emilio Leiva Pérez, Leonardo Bruzón y de dos opositores más de la provincia oriental de Las Tunas. "Estarían tratando de bloquear una reunión que había para hoy de la Agenda para la Transición", indicó Sánchez, en referencia a la plataforma encabezada por los opositores Martha Beatriz Roque y Vladimiro Roca. Ese grupo había anunciado para este jueves una reunión en La Habana, a la que iban a asistir una veintena de opositores, según el dirigente de la CCDHRN. Para Sánchez, la oleada represiva de este jueves "a todas luces es una expresión concreta de lo que se publicó ayer" y destacó que, en todos los casos, se trata de acciones policiales "arbitrarias". Deseos de "transición" Por su parte, la Sina respondió este jueves con una declaración del Departamento de Estado en la que afirma que "el Gobierno de Cuba es una dictadura que oprime a su gente y el pueblo cubano no necesita de influencia de afuera para buscar alivio de esta opresión". "Deseamos una transición democrática y pacífica en Cuba, apoyamos a la gente del pueblo cubano y su deseo de determinar su propio futuro", agregó. El jefe de prensa de la Sina, Gregory Adams, indicó a periodistas que no tiene "la menor idea" de las razones que llevaron a la Cancillería cubana a emitir el miércoles el comunicado. "Estamos actuando de la forma que hemos actuado desde hace mucho tiempo aquí. No es una actividad específica en los últimos días, no hemos cambiado de política ni de actuación, entonces no se explica", puntualizó. Adams afirmó que Estados Unidos apoya al pueblo cubano y "especialmente a las familias de los prisioneros políticos y de conciencia en muchos sentidos", que no especificó. Denuncias recientes Sobre el apoyo financiero a disidentes en Cuba, dijo que Estados Unidos "siempre" ha tenido la "política de apoyar a los prisioneros políticos y sus familias que son oprimidos aquí, y no tienen otra forma de sostenerse". Además, anunció que harán "lo posible" para que los más de mil invitados asistan "como puedan" a la celebración del 4 de julio y que van a continuar con los planes de festejar mañana ese día nacional de E.U., a pesar de la declaración del Gobierno cubano. La Cancillería cubana afirmó que "dispone de información confirmada de que la Sina pretende organizar otras actividades ilegales y va a instigar a sus mercenarios en Cuba a realizar acciones provocadoras en la vía pública, alrededor de la fecha del 4 de julio". Organizaciones de opositores han denunciado en los últimos días varias detenciones temporales, en su mayoría de unas pocas horas. El pasado día 20, el Gobierno detuvo a siete disidentes pocas horas después de que la Unión Europea (UE) levantara las sanciones al Gobierno de la isla por percibir avances en la situación de los derechos humanos. |
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